«Una persona no puede estar cómoda sin su propia aprobación». Mark Twain
Seguimos con el contenido del índice. La idea del articulo es que padres y madres se conciencien a inocular autoestima en sus hijos/as. Así cuando éstos, sean mayores y pasen por situaciones desfavorables o adversas, sepan obtener las fuerzas de sí mismos y afronten bien dichas experiencias, buscando la solución mejor y más sana posible.
Te paso los links de las distintas partes del artículo, para que puedas leerlo al completo y de otro artículo relacionado, por si te interesa el tema.
La autoestima, la mejor vacuna para sus hijos. Un escudo protector. Parte 1.
La autoestima, la mejor vacuna para sus hijos. La Disciplina. Parte 3.
Autoestima, Autonomía y Confianza en los hijos/as. (AAC)
Índice
1.El poder de los padres.
2.Los padres, un espejo para sus hijos/as.
3.Cómo ser objetivos con los hijos/as.
4.Sepa escuchar a su hijo/a.
5.Sepa aceptar los sentimientos negativos de sus hijos/as.
6.Use el lenguaje de la autoestima con sus hijos.
7.Lenguaje a evitar con los hijos/as.
¿Cuales son las características principales de los niños/as que presentan baja autoestima?
Con el siguiente cuadro podrás, a golpe de vista, ver cómo los niños/as que tienen una débil o baja autoestima actúan o se comportan de una forma característica, tanto hacia sí mismos, como hacia los demás; y cuáles son sus principales pensamientos sobre el mundo. Es una referencia general, para que veas lo complicado que se hace vivir con una autoestima deficitaria, el sufrimiento que ello conlleva en el presente y las repercusiones nefastas que les producirán a tus hijos en el futuro.
Qué hay que escuchar de los hijos cuando te hablan
♦ Lo importante de la historia.
♦ Deja que se explaye y se exprese tranquilamente.
♦ Intenta enterarte bien de lo que cuenta.
♦ Muy importante es que veas qué sentimientos están predominando al contar su historia.
1. Escuche el núcleo central de la historia. Cuando su hijo le está hablando, pregúntese a sí mismo:
- ¿Por qué razón es esto importante para él?.
- ¿Qué está intentando decirme?.
- ¿Me está contando sus planes o que ha conseguido resolver un problema?.
- ¿Me está diciendo que fue fuerte y valiente o que se sintió confuso, enfadado y perplejo?
Dé retroalimentación al núcleo de la historia, no se distraiga con los detalles
2. No piense que ha de arreglar las cosas. El principal desafío que supone escuchar a los hijos es abstenerse de hacer sugerencias, dar consejos o resolver el problema. Ya sabes lo molesto y frustrante que es hablar con alguien que te interrumpe, antes de acabarle el cuento, con la «solución» ya dada en bandeja. Uno se siente cortado. No se pueden expresar así los sentimientos o compartir los detalles más relevantes de tu problema. Además, le priva a uno de la oportunidad de idear la propia solución. Pero, la realidad es que cuando los hijos cuentan un problema es demasiado frecuente que los padres les interrumpan rápidamente sugiriendo la solución adecuada. Usted quiere «arreglarlo y hacerlo mejor», o teme que su hijo sea demasiado joven o inexperto para encontrar sus propias respuestas.
Es probable que su hijo no esté tanto pidiendo una solución en cuanto que comunicándole la experiencia
Si es oportuno, después de que su hijo haya tenido suficiente tiempo para expresarse, ayudarle a explorar las posibles soluciones al problema. Si su hijo es capaz de esbozar su propia solución, ello hará más por su autoestima que el que usted lo arregle. Además, este problema puede no tener solución, o la solución puede apreciarse más tarde, después de que se sienta menos enfadado o desanimado.
Si su hijo es capaz de esbozar su propia solución, ello hará más por su autoestima que el que usted arregle los problemas de su hijo/a
3. Atienda y responda a los sentimientos. Cuando usted escucha a su hijo/a, preste atención no sólo a sus palabras, sino también a los sentimientos que expresa de forma no verbal. Busque pistas en su postura física, en su cara, en su tono de voz.
- ¿Esta excitado y feliz?
- ¿Parece desanimado o abatido?
- ¿Está sentada, andando, saltando o echada apáticamente en el sofá?
Responda a los sentimientos que observa, así como, a la historia que oye: «Puedo ver lo excitada que estás por el partido. Difícilmente puedes estar sentada. ¿Por qué es tan especial para ti?».
Con un niño pequeño, a menudo será preciso ayudarle a encontrar las palabras para describir lo que siente: «Parece como si estuvieses enfadado porque no conseguiste jugar. Te sientes triste y enfadado, ¿no?».
Con un niño pequeño, a menudo será preciso ayudarle a encontrar las palabras para describir lo que siente
Sepa aceptar los sentimientos negativos(-) de su hijo/a
Resulta inquietante, desconcertante y abrumador oír a su hijo/a expresar sentimientos que usted no querría fuesen ciertos. Cosas como que su hijo odia a su hermano o a su padrastro o está enfadado con usted o que su hija se rebela contra lo que usted cree que debería hacer y rechaza lo que usted considera importante. Es tentador intentar cortar a un hijo, cuando expresa sentimientos muy negativos, pero poner una tapa en un caldero hirviendo de sentimientos no conseguirá apagarlos.
¿Cómo trato los sentimientos negativos (-) de mis hijos?
A menudo, los hijos temen sus propios sentimientos intensos. A veces, se abruman con su propia cólera o frustración, con sus celos o temores.
Si calificamos de «malos» sus sentimientos, si les haces reprimirlos, negarlos o encubrirlos, el resultado puede ser:
1) Una baja autoestima. («Debo de ser malo para sentirme así»).
2) Una conducta insincera, es decir, que te mientan. («Debo fingir para ser aceptable a mis padres. Si supiesen lo que siento realmente, me abandonarían»).
Por si te interesara leer estos artículos, te dejo los links.
Mentirosos. No me mientas más. Parte I
Mentirosos. No me mientas más. Parte II
3) Una pérdida del contacto con los propios sentimientos, tanto los positivos como los negativos. Junto con la cólera, los celos y el temor, se enmudecerán también los sentimientos positivos (+) como la alegría, la excitación, el afecto y la curiosidad. No querremos eso para nuestros hijos, porque no es saludable.
Los sentimientos no tienen que encerrarse ni ocultarse o cavilar sobre lo que preocupa. Los sentimientos tienen que disfrutarse plenamente, los buenos sentimientos (alegría, emoción, afecto, curiosidad…) cuando se pueden expresar e igualmente también, compartir los malos sentimientos (ira, miedo, ansiedad, tristeza…).
No haga que sus hijos nieguen sus sentimientos negativos (-)
He aquí 5 reacciones comunes inconscientes, de los padres, que con frecuencia, hacen a sus hijos, contraproducentemente, y que tienden a negar los sentimientos.
¿Cómo Ayudar a los hijos a afrontar los intensos sentimientos negativos (-)?
6 Pasos importantes para ayudar a los niños a lidiar con las emociones negativas (-)
Éstas son algunas formas para ayudar a tu hijo a afrontar sus intensos sentimientos negativos.
1. Anime a sus hijos a expresar sus verdaderos sentimientos en un clima/entorno seguro y aceptante.
Procure la privacidad y el tiempo necesarios para que sus hijos expresen lo enfadados, tristes o frustrados que se sienten. Si su hijo está enfadado con usted, intente no ponerse a la defensiva o quitárselo de la cabeza. Usted puede reconocer sentimientos sin disculparse o ceder: «Ya veo cuan enfadado estás conmigo. Sé que no te gusta que te digan lo que has de hacer», «Ya sé que deseas quedarte a dormir en casa de Juan, pero hoy no puedes ir».
2.Ayude a sus hijos a encontrar diferentes formas de expresión.
Ayude a sus hijos más pequeños a gruñir, golpear la almohada o patear al suelo de forma muy controlada y acotada para expresar sus sentimientos de enojo. No queremos crear malos hábitos de agresión ambiental. A veces, un niño mas mayor, necesita contar una historia una y otra vez, para conseguir una verdadera catarsis. Los niños pueden necesitar, a veces, hacer un dibujo o escribir una carta o hacer una llamada a un amigo para contarles lo que ha sucedido. Los deportes y otras actividades físicas intensas pueden constituir otra salida constructiva para estos sentimientos intensos.
3.Anime a sus hijos a utilizar su imaginación para expresar sus sentimientos.
Así es más fácil para ellos expresar lo que tienen dentro, poniéndose en una situación imaginaria u en otro rol. «¿Qué desearías haber dicho o hecho a ese chico tan tonto?», «¿Cómo de grande tendrías que ser para correr más rápido o saltar más alto que ella?», «¿Quieres que desaparezca, que sea invisible?».
4.Cuéntele una historia sobre usted en una situación similar, sintiendo cosas similares.
Ellos así ven que a otras personas les suceden cosas similares y de esta forma normalizan e integran en su mente que son típicas situaciones desagradables que pasan en la vida. «Recuerdo cuando tenía tu edad, mi hermana solía hurgar en mis cajones y coger algunas cosas. Era una boba».
Su hijo puede sentir que no está solo en sus sentimientos y reconfortarse en el hecho de que usted le comprende.
(Pero tenga cuidado cuando le cuente algo sobre usted, no se vaya a convertir usted en el centro de la conversación, o utilizar eso para minimizar o restar importancia al malestar de su hijo).
5.Sea un buen modelo de rol en su forma de afrontar sus propios sentimientos intensos.
Comparta algunas de sus estrategias defensivas. Si es bueno en gestionar su propia ira, contando hasta 10 y/o dándose una ducha, dígaselo a su hijo por si esta estrategia le sirviera también a él. (Pero ojo, porque no todos somos iguales y lo que a uno le va bien, a otro no tiene por qué, no revictimice a su hijo.)
6.Ayude a sus hijos a sentirse bien consigo mismos, incluso en situaciones de derrota o decepción:
Hay que hacerles tolerantes a la frustración y hacerles ver, que de las derrotas y decepciones se adquieren aprendizajes, cosa que no sucede con las victorias. «No ganaste la carrera, pero tu estilo de mariposa ha mejorado realmente. Cuando adquieras más velocidad, serás imparable», «Aun cuando te perdiste y tuviste miedo, hiciste bien en pedir ayuda a la vendedora. ¿Cómo se te ocurrió?».
Use el lenguaje de la autoestima
El instrumento más potente que tiene como padre para edificar la autoestima de su hijo es el lenguaje que utiliza. Cada día, en las centenares de interacciones que tiene con ellos, le refleja usted su identidad. Como los útiles de un escultor en el barro, sus palabras y tono de voz configuran el sentido de sí mismo en su hijo/a.
Por esta razón, es vital que el feedback o retroalimentación que le proporciona usted, tanto en el elogio como en la corrección, esté revestido por el lenguaje de la autoestima. El feedback (lo que usted le dice a su hijo tras cualquier conducta que tiene o realiza) y que es el que fomenta la autoestima tiene 3 componentes, que veremos a continuación.
Los 3 componentes del feedback a sus hijos
1. La descripción y el detalle de la conducta del niño.
2. Nuestra reacción emocional a la conducta del niño.
3. El reconocimiento de los sentimientos del niño.
1.Una descripción de la conducta del niño en detalle. El lenguaje de la autoestima es el lenguaje de la descripción.
Usted describe la conducta sin juzgar ni valorar a su hijo, solo describe los hechos realizados por él
De este modo, usted distingue entre la valía de su hijo y su conducta. Ésta es una distinción muy importante. Su hijo no es buen chico porque comparte sus juguetes y no es un mal chico porque pegue a su hermano.
Valía personal es distinto a la conducta personal realizada en un momento dado
Su hijo es bueno porque existe, porque usted le quiere y le cuida, porque es especial para usted
Su hijo, a veces, es capaz de hacer cosas buenas (ayudar, comunicar o conseguir un logro). El describir la conducta (lo que usted ve, oye, lo que sucedió) ofrece a su hijo un feedback preciso sobre su forma de actuar y sobre cómo afecta a otros su conducta. Al no tildar de bueno o malo a su hijo, usted desvincula estas valoraciones de su conducta de su valor y valía básicos como ser.
1.Su reacción emocional a la conducta del niño. El lenguaje de la autoestima es un lenguaje que comunica algo acerca de si mismo. Usted expresa su aprecio, gozo, deleite o; su desaprobación, enojo o cólera. Usted comunica sus motivos para querer que se haga algo o su reacción a una situación.
A los niños les resulta más fácil satisfacer las expectativas y evitar el conflicto cuando saben por qué las personas de su entorno reaccionan como reaccionan.
2.Reconocimiento de la conducta adecuada y del esfuerzo realizado del niño. El lenguaje de la autoestima valida la experiencia de su hijo. Se aprecian los esfuerzos de su hijo/a, tanto, si tienen éxito como si no. Reconoce usted su juicio y sus motivos, su confusión o descuido. Él/Ella se sienten observados y comprendidos incluso cuando se les corrige.
Se han de aplicar estos 3 componentes del feedback del lenguaje de la autoestima, al proceso de elogio y de corrección de su hijo/a. O sea, aplicamos estos principios básicos cuando elogiamos y cuando corregimos.
Cómo elogiar a su hijo usando el lenguaje de la autoestima
Su aprobación es lo que configura la conducta de su hijo
El complacerle a usted, es lo que motiva a sus hijos a aprender todo, desde el lenguaje a los modales en la mesa
Cuando usted aprecia, de esta manera, a sus hijos, éstos obtienen el mensaje de que está bien, que lo que hacen es aceptable y por tanto, se les aprecia.
Pero el uso del lenguaje de la autoestima en el elogio de los niños hace mucho más que comunicar aprobación. Da a sus hijos algo que se llevan consigo. Sus hijos aprenden a reconocer lo que tiene un valor especial, aquello que hicieron de lo que pueden sentirse orgullosos. Pueden aprender a elogiarse a sí mismos; y a reconocer y valorar sus propios esfuerzos y talentos.
♥ Comunicar sus sentimientos cuando elogia a su hijo. Si usted expresa algo sobre usted a su hijo, éste empieza a conocer qué es importante para usted. Éste puede conocer más sobre sus necesidades y estados de ánimo, y sabe mejor cómo complacerle, o evitarle cuando está usted de malas.
Por ej., usted aprecia que su hijo se haga la cama por la mañana: le gusta una habitación ordenada. Está usted contento cuando su hija es capaz de arreglárselas sola cuando está usted hablando por teléfono: odia ser interrumpido. El compartir reacciones emocionales como éstas con su hijo/a le hace comprensible y predecible, en vez de arbitrario. Deja de ser usted una persona impredecible que pasa de frío a caliente sin razón. Este tipo de cosas confunden mucho a los niños que acaban haciendo lo que les da la gana, ya que no saben a qué atenerse.
Como padre, sea generoso con el elogio, a la par que sincero y cuando se den las ocasiones para ello
Aproveche todas las oportunidades que pueda para elogiar a sus hijos lo más sinceramente que pueda y también, es muy importante que sea, cuando proceda. Cuando no proceda no. No invente. No fomente el narcisismo.
El elogio ayuda a los chicos a verse a sí mismos de forma más positiva, no sólo como son, sino como usted cree que podrían ser. Obtienen los hijos de esta manera una confirmación de su mejor identidad, de su mejor yo.
♥ El elogio excesivo incomoda a los niños. Su hijo/a sabe que no es «la más lista de la clase y que no es ningún genio». Puede haber sido capaz de hacer bien hoy la prueba de matemáticas, pero su elogio excesivo le hace sentirse demasiado presionada de forma muy alejada de sus capacidades, a destacar cada día y pudiera ser que cuando finalmente, saca un aprobado o un suspenso en un examen, esto la hará sentir «estúpida, tonta de remate».
El elogio excesivo puede hacer sentir al niño/a muy presionado por tener que destacar de forma sobresaliente cada día. Se corre el riesgo de que hagan todo lo contrario ya que se encuentran mas cómodos siendo ellos mismos, que la mejor niña/o del mundo.
Algunos padres afirman que se resisten a elogiar a sus hijos cuando hacen algo bueno porque tan pronto como llaman la atención a lo que el chico ha hecho bien, éste hará todo lo contrario. Este fenómeno se debe al elogio excesivo.
La tensión de ser elogiado en exceso resulta insufrible. Su hija está más cómoda siendo «ella misma» que «la mejor niña del mundo»
♥ Evite el elogio ambivalente. Un cumplido ambivalente mezcla el elogio con el insulto. Elogia al niño por lo que hizo bien, pero al mismo tiempo le recuerda fracasos anteriores. No es de extrañar que no le siente bien al recibirlo.
¿Cómo corregir a los hijos usando el lenguaje de la autoestima?
En ningún lugar es más importante el uso cuidadoso del lenguaje que cuando se corrige la conducta problemática de un hijo/a.
Sabías que…
♣ Los hijos/as a los que se habla abusivamente, tienden a abusar verbalmente de los demás, incluidos sus padres.
♣ Los niños/as a los que se hacen correcciones sin razones, tienden a ser menos razonables.
♣ Los niños/as cuyos esfuerzos no se reconocen, acusan «no ser entendidos».
♣ Los niños a los que no se les dice claramente lo que se espera de ellos se sienten defraudados y desesperados de hacer alguna vez algo bien.
A un niño/a le resulta muy difícil desarrollar un sentido de valía, cuando su conducta ha inspirado cólera o enojo en los demás.
Los padres son tanto maestros como espejos para sus hijos
Los padres han enseñar de forma primordial a sus hijos los siguientes básicos desde bien pequeñitos:
⇒ A controlar sus impulsos.
⇒ A asumir responsabilidades.
⇒ A considerar a los demás.
Este proceso de aprendizaje esencial para el buen comportamiento de su hijo va a depender de su capacidad de utilizar el lenguaje de la autoestima en su mayor o menor feedback hacia ellos.
Si las correcciones que usted le hace a su hijo/a, tienen lugar en la forma de rechazo o insulto, su hijo no estará receptivo a la información nueva o no tendrá deseo de comportarse correctamente. Aunque su hijo pueda «obedecer», se sentirá resentido, derrotado, reacio y enojado.
Los correctivos utilizando el lenguaje de la autoestima permiten a su hijo sacar provecho de la corrección y cambiar de conducta sin sentirse mala persona, mal niño/a.
El lenguaje utilizado en la corrección de los hijos es muy similar al utilizado en lenguaje para el elogio. Consta de 4 pasos:
4 Pasos para corregir a los hijos con el lenguaje de la autoestima
1- Describir la conducta incorrecta del niño (use un lenguaje no valorativo): «La habitación no está recogida aún». «Los platos estaban aún por lavar esta mañana.» «El boletín de notas indica que no asististe a clase de inglés 9 veces.»
2- Dar una razón para el cambio conductual. Expréselo simple y directamente: «Hoy estoy cansado para ir contigo». «Me preocupa cuando llegas tarde.» «Ella nos espera a la hora y hay que ser puntual.»
3- Reconocer los sentimientos del niño (su esfuerzo, criterio o motivo): «Ya veo que enfadado estás». «Quizá parecía la única opción que tenías.» «Debes de haberte sentido realmente presionado por ellos.»
4- Decir de forma clara lo que se espera: «Necesito que vengas a ayudarme ahora mismo». «No cojas cosas de la habitación de tu hermana sin pedirlo.» «Espero que vuelvas a casa a la hora pactada.»
Cuando corrija, piense primero si va a arrojar algo, enfadada/o y cómo puede usted cambiar la forma de expresar para que pueda comunicar la idea de forma clara, respetuosa, sin insulto, enojo o rechazo. No es necesario machacar la autoestima de los niños/as porque a la larga le va a pasar factura, ya que ellos le tratarán a Usted tal y como Usted les ha tratado. Al final, es lo que Usted les ha enseñado con su ejemplo.
Siguiendo estos 4 pasos a la hora de hacer correctivos, a menudo, se evitan las discusiones y las resistencias de los hijos, y se exhibe un tipo de comunicación claro, con lo importancia de evitar los malos entendidos.
Más tarde, cuando sus hijos/as sean mayores, sus voces paternas interiorizadas serán más soportantes para ellos. Y cuando usted oiga que sus hijos emplean el lenguaje de la autoestima con los demás, sabrá que han aprendido un valioso recurso para la vida
Si ves que tu hijo tiene baja autoestima, contacta con nosotros mediante el siguiente link
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Bibliografía:
-“Autoestima. Evaluación y mejora”. McKay, M. & Fanning, P. (1987)
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Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840