La pérdida nos convierte en “víctimas”, en supervivientes involuntarios de enfermedades, tragedias y desgracias que, sin duda habríamos evitado, si hubíeramos podido hacerlo”. Neimeyer.

Continuamos el artículo en esta III por el punto 7 del índice. Te dejo aquí los links para completar la lectura de la trilogía sobre el duelo:

El Duelo. Parte I

El Duelo. Parte II

INDICE:

1.-Las lágrimas, símbolos de vida.

2.-Qué es el duelo.

3.-Señales físicas del duelo.

4.-Tareas del duelo.

5.-Factores que influyen al afrontar el duelo.

6.-Apego y duelo.

7.-Duelo complicado. 12 señales.

8.-Terapia de duelo.

9.-Duración del duelo.

10.-Cómo diferenciar el Duelo de una Depresión.

perdidas dolorosas

Cómo se diagnostica un duelo complicado. 12 señales.

Hay 2 maneras para saber si el tema a tratar es un duelo por alguna pérdida significativa:

1.- El cliente ya viene prácticamente con su propio diagnóstico debido a la reciente pérdida sufrida. En este caso no hay dificultad.

2.- El cliente viene por algún problema de tipo médico o psiquiátrico sin ser consciente de que su malestar tiene que ver con un duelo pasado no resuelto. En este caso la dificultad es mayor.

Hay varias señales que indican la existencia de un duelo no resuelto.

Ninguna de las siguientes señales basta por sí sola para hacer un diagnóstico concluyente. Sin embargo, todas ellas se deben tomar en serio y en caso de que aparezcan, se deberá tener en cuenta la posibilidad de diagnosticar duelo complicado.

señales de diagnóstico

Fíjate en las 12 señales! 

Señal 1: las personas no pueden hablar de la pérdida sin sentir un dolor muy intenso. Cuando una persona es incapaz de hablar de su pérdida con ecuanimidad, se debería considerar la posibilidad de que sufra un duelo no resuelto aunque hayan pasado 13 años, por ejemplo, de la pérdida real.

Señal 2: algún suceso relativamente poco importante desencadena una reacción emocional intensa. Esto suele indicar un duelo retrasado.

Señal 3: en terapia hay que prestar mucha atención a los temas que surgen. Cuando están relacionados con pérdidas cabe plantearse la posibilidad de un duelo no resuelto.

Señal 4: La persona que ha sufrido la pérdida no está dispuesta a desprenderse de objetos que habían pertenecido al fallecido. Alguien que conserva el entorno del fallecido tal y como estaba cuando se produjo la muerte, puede ocultar un duelo no resuelto. En estos casos, antes de emitir un juicio hay que considerar los factores culturales y religiosos. De la misma manera, deshacerse de las pertenencias del fallecido inmediatamente después de la muerte, también puede indicar un trastorno del duelo.

Señal 5: un examen de la historia médica de la persona revela que presenta los mismos síntomas que presentaba el fallecido antes de morir. Es frecuente que estos síntomas reaparezcan una vez al año, en torno al aniversario de la muerte o en vacaciones. Los síntomas también pueden aflorar cuando el cliente llega a la edad que tenía el fallecido al morir. Los médicos de pacientes con problemas somáticos vagos, una mayor vulnerabilidad a la enfermedad o alguna enfermedad crónica harán bien en plantearse la posibilidad de que haya problemas relacionados con el duelo. Unas simples preguntas sobre las pérdidas recientes o pasadas, sobre si creen que se han adaptado a ellas o sobre si lloran o sienten la necesidad de llorar pueden proporcionar información relevante.

Señal 6: después de una muerte o pérdida importante las personas hacen cambios radicales en su vida, pierden el contacto con amigos-familiares y/o evitan actividades asociadas, entonces pueden sufrir un duelo no resuelto.

duelo enmascarado

Señal 7: una persona que presenta una larga historia de depresión subclínica marcada por una sensación persistente de culpa y poca autoestima. Lo contrario también es una señal, es decir, una falsa euforia después de una muerte o pérdida puede ser un duelo no resuelto.

Señal 8: la compulsión a imitar a la persona fallecida, sobre todo, si el cliente carece de la capacidad para actuar como ella o no tiene deseo consciente de hacerlo. Surge la necesidad de compensar la pérdida identificándose con el fallecido. Igual que el niño asustado tiene que establecer una madre permanente en su interior, el adulto en duelo debe interiorizar el objeto amado, incluirlo en sí mismo para no perderlo nunca. Puede llegar a suponer la adopción de rasgos de la personalidad del fallecido que el superviviente rechazaba anteriormente. Por medio de la imitación, el superviviente puede intentar reparar y compensar ese rechazo.

Señal 9: los impulsos autodestructivos pueden ser provocados por muchas situaciones. El duelo no resuelto puede ser una de ellas y debería tenerse en cuenta.

Señal 10: El hecho de sentir una tristeza inexplicable en una época determinada del año también puede ser una señal. Este sentimiento puede surgir en situaciones que se compartía con la persona fallecida como aniversarios, vacaciones…

Señal 11: Una fobia a una enfermedad o a la muerte, suele estar relacionada con la enfermedad concreta de la que murió el fallecido.

Señal 12: Conocer las circunstancias que rodean la muerte puede ayudar, a determinar la posibilidad de un duelo no resuelto. Cómo se sentía la persona después de la pérdida. Si evitaba visitar el cementerio, tomar partido en rituales o actividades que tuvieran que ver con la muerte, puede que haya un duelo no resuelto. Lo mismo cabe decir, si no tenía el apoyo de la familia o carecía de otro apoyo social durante el período de duelo.

Una vez tenidas en cuenta las señales diagnósticas anteriores, se pasaría a la terapia del duelo, pero hay que abordar estos temas con suma prudencia para no interferir en un duelo normal, proceso humano necesario de afrontamiento de las pérdidas.

En la terapia del duelo, el objetivo es identificar y resolver los conflictos de separación que obstaculizan la realización de las tareas del duelo en personas con un duelo crónico, retrasado, excesivo o enmascarado por síntomas físicos.

doce señales

Cuándo es adecuada la terapia de duelo

La terapia del duelo es más adecuada en las siguiente situaciones:

  1. - Cuando el duelo complicado se manifiesta como un duelo crónico o prolongado. Se presenta una desviación de la norma cultural en cuanto a la duración o intensidad de los síntomas del duelo. La persona es consciente que tiene un problema y suele buscar por sí misma ayuda. La causa es un conflicto de separación que impide realizar una o más tareas del duelo. Hay que averiguar que tareas no se han realizado aún y cuales son los obstáculos que lo impiden.
  2. - Cuando se manifiesta como un duelo retrasado. No supone ausencia de duelo. La reacción de la persona en el momento de la pérdida puede no haber sido suficiente. Este duelo retrasado se puede deber:

√. Falta de apoyo social.

√. Falta de sanción social.

√. Necesidad de ser fuerte por alguien.

√. Sentirse abrumado por el número de pérdidas.

  1. - Cuando se manifiesta como un duelo exagerado. Es un trastorno psicológico concreto que aparece tras la pérdida o es precipitado por ésta. Las emociones son las mismas que ante cualquier pérdida, pero la persona las vive hasta tal punto que acaban siendo disfuncionales y exigen tratamiento. Las personas pueden presentar depresión, ansiedad.
  2. - Cuando se manifiesta como un duelo enmascarado por algún síntoma somático o conductual. Las personas no suelen ser conscientes de que la causa de los síntomas sea un duelo no resuelto por una pérdida anterior. La gente sufre este tipo de duelo porque en el momento de la pérdida no hubo duelo o se inhibió su expresión. Así pues, el duelo no pudo seguir su curso y esto causa complicaciones que pueden aflorar más adelante, en forma de síntomas somáticos o conductuales.

El objetivo de la terapia del duelo es la resolución de los conflictos de separación y facilitar una adaptación mejor a la pérdida. La resolución de estos conflictos exige que el paciente acepte los pensamientos y los sentimientos que ha estado evitando.

El psicólogo ofrece el sistema de apoyo social necesario para que el trabajo del duelo tenga éxito y en esencia, da permiso al paciente para que elabore el duelo, un permiso que el paciente no tuvo en el momento de la pérdida.

Cuanto mayor sea el conflicto subyacente con el fallecido, más resistencia habrá a explorar y más pensamientos y sentimientos dolorosos.

Terapia de duelo

Cuándo finaliza el duelo

No hay respuesta fácil a la cuestión de cuándo finaliza el duelo tras una ausencia. El duelo finaliza cuando la persona supera la última fase del duelo, la restitución.

W. Worden, experto prestigioso en el tema, dice que cuando se han realizado las 4 tareas del duelo. Es imposible establecer un plazo, aunque en la literatura podemos encontrar todo tipo de fechas desde 4 meses 1 año, 2 años, hasta que nunca finaliza.

Cúales son los indicadores de que un duelo finaliza

Indicadores de que un duelo se acerca a su fin podrían ser que:

√.  El superviviente pueda pensar en el fallecido sin sentir inmenso dolor, sin sentir ese gran desgarro.

√. El superviviente pueda pensar en el fallecido sin manifestaciones físicas como llanto intenso o sensación de opresión en el pecho.

√. El superviviente puede volver a volcar sus emociones en la vida y en los vivos.

Hay personas que parecen no finalizar el duelo nunca.

finalización duelo

Hay viudas que pueden tardar 3 o 4 años en lograr la estabilidad

Has de saber el duelo es un proceso largo cuya resolución no supone que las cosas vuelvan a ser como eran antes

Además, aunque el proceso de duelo vaya haciéndose adecuadamente y la persona vaya avanzando, no se hace de una manera lineal. Puede reaparecer y se tendrá que volver a afrontar.

La forma en que las personas responden a las condolencias verbales, da cierta indicación del momento del proceso de duelo en el que se encuentran. Aceptar las condolencias con gratitud es uno de los indicadores más fiables de que la persona ha superado el duelo satisfactoriamente.

El duelo, en cierto sentido, finaliza cuando la persona recobra el interés por la vida, se siente más esperanzada, vuelve a hallar gratificaciones y se adapta a nuevos roles. En otro sentido, el duelo nunca se acaba.

el antiguo yo

Cómo diferenciar el Duelo de una Depresión

Vamos a poner un cuadro explicativo para que se pueda entender más visual y esquemáticamente las diferencias claves que hay para distinguir para saber si estamos ante un proceso de duelo o ante un episodio de depresión mayor. Así podremos  establecer las líneas más prioritarias de intervención.

duelo versus depresión DSM-5. Maribel Paz. Psicóloga

Aquí finalizamos la trilogía que hemos elaborado sobre el duelo, un tema tan sumamente importante en la Clínica y en la vida; por el que todos, desafortunadamente, y en mayor o menor medida vamos a pasar. Queremos que sepas identificarlo a tiempo y que puedas transitarlo con las tareas necesarias para que no se convierta en un duelo ni crónico ni enmascarado ni retrasado ni tampoco un duelo exagerado. Recuerda por último, que es un proceso y que cada persona lo vive a un ritmo y lo finaliza a su debido tiempo.

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Final de duelo

Bibliografía:

- “El tratamiento del duelo”. Worden, W. (2020).

- “Sobre el duelo y el dolor”. Kübler-Ross E. y Kessler, D. (2020).

- “Trauma, culpa y duelo”. Pérez Sales, P. (2006).

- “ Aprender de la pérdida”. Neimeyer, R.A. (2019).

- DSM-5.

Imágenes:www.freepik.com

Maribel Paz

Maribel Paz

Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840

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