Continuamos en esta segunda parte del artículo, según el índice, por el punto 5. Si quieres completar tu lectura, te adjunto los links correspondientes a otros artículos:
1.-Las lágrimas, símbolos de vida. 2.-Qué es el duelo. 3.-Señales físicas del duelo. 4.-Tareas del duelo. 5.-Factores que influyen al afrontar el duelo. 6.-Apego y duelo. 7.-Duelo complicado. 12 señales. 8.-Terapia de duelo. 9.-Duración del duelo. 10.-Cómo diferenciar el Duelo de una Depresión.ÍNDICE
“Lo que importa no es lo que la vida te hace, sino lo que tú haces con lo que la vida te hace”. Edgar Jackson.
7 factores influyentes para afrontar con éxito el duelo
El duelo es un proceso fluido que está influenciado por los mediadores del duelo o los diversos factores que influyen o median de forma positiva o negativa en las diferentes maneras de afrontar las tareas de duelo.
Procedemos a comentar brevemente cada uno de los mediadores del proceso de duelo.
1.- La relación con la persona ausente. Depende de la relación de parentesco que se tenga con el fallecido así se afronta el duelo. No es lo mismo la muerte de un hijo que la de un abuelo. Ni la de un familiar cercano que lejano. Tampoco es lo mismo si se muere tu padre cuando tú tienes 60 años que cuando tienes 13 años. No es lo mismo si tu familiar muere de muerte natural o de un accidente traumático de tráfico. De igual manera que dos hermanos viviendo en el mismo hogar, uno de 9 años y otro de 22 años no reaccionarán de la misma manera ante la muerte de su padre, ya que cada cual tiene una relación diferente con los progenitores con distintas esperanzas y expectativas, a parte de las diferentes edades.
2.- La naturaleza del apego. Depende de la fuerza, seguridad del apego, la ambivalencia de la relación, la dependencia y los conflictos con el fallecido, afrontarás el duelo de forma más o menos complicada. Ver cuadro sobre apego, al final del presente artículo.
A mayor ambivalencia del apego mayor reacción emocional.
3.- Cómo fue el fallecimiento. Las reacciones serán diferentes según, si el fallecido ha muerto de forma natural, por accidente, suicidio u homicidio. Hay más factores que influyen en el proceso del duelo si el ausente ha muerto en casa o lejos geográficamente, si la muerte es repentina o inesperada, si es violenta o traumática, si hay muertes múltiples, si la muerte hubiera sido evitable, si son muertes ambiguas sin posibilidad de confirmar y si son muertes estigmatizadas por ejemplo, una muerte por sida.
4.- Los antecedentes históricos. Si la persona ha sufrido otras pérdidas anteriores en su vida, cómo las ha afrontado influye. Si la persona tiene antecedentes de salud mental también afecta al afrontamiento.
5.- Las variables de la personalidad. Hay que tener en cuenta al afrontar el duelo la edad/sexo, el estilo de afrontamiento (basado en la resolución de problemas, si se tienen afrontamiento emocional activo o evitativo), el estilo de apego y el estilo cognitivo.
El afrontamiento emocional activo es la estrategia más eficaz para abordar problemas y controlar el estrés. Muy importante también es la capacidad para redefinir o replantear.
Las estrategias pasivas y el afrontamiento emocional evitador, está asociado a un duelo complicado y/o a la aparición de trastorno de estrés postraumático (TEP).
Las personas con determinados trastornos de personalidad suelen tener especial dificultad en los duelos como el trastorno límite de la personalidad (TLP) y el trastorno narcisista de la personalidad. Ver cuadro sobre el apego, al final del presente artículo.
Especial dificultad de afrontamiento se dan en los estilos de apego inseguros
6.- Las variables sociales. Si se tiene un apoyo satisfactorio, si el sobreviviente tiene un eficaz desempeño de roles variados en su vida, los recursos religiosos que posea y las expectativas étnicas pueden ayudar favorablemente .
7.- Tensiones concurrentes. Algunos cambios son inevitables, pero hay familias y personas que sufren unos altos niveles de desorganización o pérdidas secundarias graves, como considerables crisis económicas, con lo que el duelo se afrontará peor.
Así pues, tras una pérdida importante, los altos niveles de angustia y depresión están claramente determinados por los distintos mediadores del duelo.
Apego y Duelo
Entender el apego nos sirve para comprender mejor los diferentes duelos por los que pueden transitar las personas.
El estilo de apego es un mediador importante que influye en la manera de abordar las diversas tareas del duelo. Los estilos de apego se establecen en las primeras etapas de la vida como resultado de los primeros vínculos ente el niño y sus padres. La meta de estas conductas es mantener o restablecer la proximidad con la figura de apego. La respuesta de la figura de apego a las necesidades emocionales del niño, sobre todo, en casos de estrés, determina estas pautas. Para algunos autores los estilos de apego son como rasgos, unos rasgos un poco maleables en situaciones como sucesos traumáticos o psicoterapia pero que, básicamente están establecidos con solidez. La disponibilidad o la proximidad psicológica de la figura de apego es el factor que determina si la persona se siente segura o angustiada en ausencia de esa figura. En general, los estilos de apego se desarrollan como resultado de experiencias o relaciones con personas importantes al principio de la vida. En los adultos es diferente que en niños porque cada adulto puede actuar como figura de apego del otro de la pareja. Cuando una muerte deshace la relación con una figura de apego, el superviviente siente la necesidad perentoria de mantener o restablecer la proximidad.
La angustia de la separación provoca una conducta de búsqueda cuyo fin es restablecer la relación perdida. Aunque el superviviente acaba aceptando poco a poco el carácter irreversible de la pérdida. Una adaptación sana a esta nueva realidad es que el superviviente interiorice al fallecido y lo integre en su proyecto de vida, de modo que la proximidad psicológica, sustituya a la proximidad física anterior. El superviviente se puede sustentar emocionalmente con la representación mental del fallecido, con menos necesidad de una presencia física que ya no es posible.
Las representaciones o modelos internos se han descrito en función de los estilos de apego.
El Estilo de apego seguro
El niño establece unas relaciones sanas con los padres y con otras personas en las primeras etapas de la vida. Estas personas tienen unos modelos mentales positivos de sí mimos que las hacen sentirse valoradas y merecedoras de apoyo, afecto e interés. Tras sufrir una pérdida sienten dolor, pero pueden procesar el dolor y seguir adelante, formando unos vínculos continuos sanos con el ser querido que han perdido. El profundo dolor de los primeros momentos (búsqueda y añoranza) no impide que acepten la realidad de la pérdida (tarea I).
El Estilo de apego inseguro
El niño no tiene buenas relaciones con los padres ni con otras personas en las primeras etapas de la vida. Esto ocasionas 4 estilos de apego inseguro. Otros autores pueden usar otros términos, pero son los mismos fenómenos. Estos estilos de apego influyen en las relaciones que la persona establece a lo largo de la vida y son mediadores importantes en el proceso del duelo cuando la figura de apego desparece. Tener estilos de apego inseguro es especialmente trascendente porque pueden dificultar la adaptación a las tareas del duelo y contribuir a originar un duelo complicado.
Los 4 Estilos de Apego Inseguro
1.-Apego ansioso-preocupado.
Son relaciones que originan sensación de desasosiego. Suelen ser hipersensibles a los desaires u otras carencias que perciba en la relación. Son personas que tienen novios/as de reserva por temor al fracaso con el actual novio/a. Son personas que no se sienten bien consigo mismas por lo que son propensas a que sus parejas determinen su necesidad de autoestima.
Ante la muerte manifiestan altos niveles de angustia que dura mucho tiempo, desembocando en duelo crónico o prolongado. Presentan capacidad deficiente para regular emociones y afrontar el estrés. La rumiación es elevada y el dolor excesivo que se puede mitigar, evitando todo lo que recuerde al ausente. La persona se ve desamparada e incapaz de actuar sin el ser querido. Las características conductuales de este estilo son aferrarse a los demás y buscar ayuda.
El objetivo de la terapia de duelo aquí, es que dejen de intentar recuperar la proximidad física, que interioricen y se sientan seguras por medio de la proximidad psicológica.
2.-Apego ansioso-ambivalente.
Tienen una relación de amor odio con el otro. Las relaciones son airadas. Consideran que el otro es de poco fiar. Suelen ser relaciones tormentosas y cuando se ve amenazada la relación aparece la ira. Son relaciones airadas como medio de recuperar la proximidad física.
Ante la muerte manifiestan una ira muy intensa y elevada ansiedad. Para rebajar la intensidad tan alta han de centrar la atención en los sentimientos positivos totalmente opuestos a lo generador de ira. Las personas exageran las cualidades de sus seres queridos para no hacer frente a las profundidades de la ira que constituye la otra cara de su experiencia, que les desestabilizarían. Al hablar de su ser querido lo idealizan.
El objetivo de la terapia de duelo en este punto, es lograr que la persona exprese las dos clases de sentimientos, los positivos y los negativos. Si la ira no se puede expresar e integrar en los sentimientos de ternura, la persona puede sufrir una depresión profunda o un duelo prolongado con un nivel elevado de rumiación.
3.-Apego de evitación-rechazo.
La persona por haber padecido padres insensibles ha desarrollado un estilo de falsa autosuficiencia. La conducta se organiza en torno al objetivo de la independencia y la confianza en uno mismo. Algunas de estas personas se consideran de poco fiar. La autonomía y la confianza en sí mismos tienen una importancia fundamental para ellos.
Ante la muerte manifiestan pocos síntomas y unas reacciones emocionales mínimas, básicamente porque su apego es mínimo. Tienen una imagen de sí mismos excesivamente positiva y suelen tener una opinión negativa de los demás, a quienes es menos probable que recurran cuando sufren estrés. Pueden acabar desarrollando una reacción de duelo retrasada y reacciones somáticas. Les cuesta mucho afrontar la tarea III del duelo. Revisa las tareas del duelo pinchando en el link siguiente: El Duelo. Parte I
4.-Apego de evitación-temor.
Son probablemente las personas que peor se adaptan a la pérdida. Tienen una larga historia de apegos provisionales por temor a la ruptura.
Ante la muerte manifiestan a menudo depresión profunda. La depresión les protege de la ira. El retraimiento social es la conducta más frecuente en duelo y les sirve de protección.
Los apegos sanos provocan sentimientos de dolor cuando se rompen.
Los apegos menos sanos causan sentimientos de ira y de culpa.
Los apegos menos sanos pueden conducir a trastornos de separación que son el objeto actual del duelo traumático.
A continuación os presentamos un cuadro donde de forma esquemática, breve y visual se explican las relaciones entre los diferentes estilos de apego y los afectos; así como nuestro sentido de valía y conexión con el mundo tras un trauma importante y significativo en nuestra vida.
“Señor dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para poder diferenciarlas”. Reinhold Neibuhr.
Hasta aquí llegamos con esta parte II del artículo, seguimos con los puntos del índice en la última parte, la parte III de la trilogía que hemos escrito sobre el duelo.
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Bibliografía:
- “El tratamiento del duelo”. Worden, W. (2020).
- “Sobre el duelo y el dolor”. Kübler-Ross E. y Kessler, D. (2020).
- “Trauma, culpa y duelo”. Pérez Sales, P. (2006).
- “ Aprender de la pérdida”. Neimeyer, R.A. (2019).
- DSM-5.
Imágenes:www.freepik.com
Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840