“Todo lo que nos conmueve y transforma se queda con nosotros ”. Neimeyer.

ÍNDICE

1.-Las lágrimas, símbolos de vida.

2.-Qué es el duelo.

3.-Señales físicas del duelo.

4.-Tareas del duelo.

5.-Factores que influyen al afrontar el duelo.

6.-Apego y duelo.

7.-Duelo complicado.12 señales.

8.-Terapia de duelo.

9.-Duración del duelo.

10.-Cómo diferenciar el Duelo de una Depresión.

Para seguir leyendo sobre el tema:

El Duelo. Parte II

El Duelo. Parte III.

Las lágrimas, símbolos de vida

Las lágrimas no lloradas se encargarán de hacer más profundo el pozo de la tristeza. Así que has de llorar todo lo que debas. Ya parará solo.

Si lloras hasta la última lágrima, te sentirás más aliviado, ya que las lágrimas no lloradas no desaparecen. La tristeza permanece en el cuerpo y en el alma. Son una expresión externa de un dolor interno, de una profunda pena.

Las lágrimas son un símbolo de vida, una parte de lo que somos y de lo que sentimos. Viven con nosotros y a través de nosotros.

las lágrimas nos representan y habitan en nuestro dolor. Este símbolo y representación de tristeza puede aparecer en cualquier momento. Está tan ligado a la propia vida, que a menudo, nos sorprendemos cuando, en medio de lágrimas, estallamos en carcajadas. No tenemos que tomarnos nunca una risa entre lágrimas como una razón para sentirnos culpables. Se trata de la vida que tenemos, mezclada con la tristeza que sentimos. Se trata de un mecanismo de autoprotección para poder aguantar el dolor.

Las lágrimas son un símbolo de vida y puede confiarse en ellas. Deberíamos usar este precioso regalo de curación sin dudarlo un instante. Tienes que llorar tus propias lágrimas porque nadie va a hacer eso por ti.

En ocasiones ves a alguien llorar y lloras porque se desata la tristeza de tu interior. Pero siempre lloras por ti mismo.

llorar en el duelo

Hay personas que evitan llorar por miedo a no parar nunca. Por supuesto que acabarán esas lágrimas. Lo que nunca acaba son los sentimientos, cosa que tampoco queremos que suceda.

Tu vida se ha desequilibrado por la pérdida y seguirá así durante una temporada. Hará falta algo de tiempo para encontrar un nuevo equilibrio.

En tu vida se ha producido una pérdida inimaginable e indescriptible. Esta pérdida ha causado una herida tan profunda que el aturdimiento y el dolor extremo son los materiales de lo que está hecha.

Todo el mundo experimenta muchas pérdidas a lo largo de la vida. La muerte de un ser querido no tiene comparación por el vacío y la profunda tristeza que produce la desaparición de un ser humano. Aunque todas las pérdidas son importantes y trascendentes.

Se nos para el mundo. Se nos queda marcado en la cabeza. La vida sigue, pero no estamos seguros de por qué. Ante nosotros se presenta una vida diferente, en la que nuestro ser querido ya no está físicamente presente.

apoyo social

Nadie puede decirnos nada que nos haga sentir mejor, porque esas palabras no existen.

Sobrevivirás a la pérdida, aunque no estés seguro de cómo ni tan siquiera si lo deseas. Pero ten en cuenta que la pérdida y el duelo que la acompaña, son muy personales, diferentes en cada persona.

No hay una única forma correcta de realizar el proceso del duelo ni un plazo de tiempo adecuado para hacerlo.

Para ti, tu pérdida es única, no comparable con las experiencias que puedan contarte y tu dolor es único también. Las comparaciones son odiosas. No hay una pérdida que cuente más que otra. La que cuenta para ti es la tuya. La que te afecta a ti es la tuya. Tu pérdida es profunda y merece tu atención personal sin comparaciones. Tú eres el único que puede reconocer la magnitud de tu pérdida. Te encuentras a solas con la pérdida. Sólo tú puedes valorar de forma completa la profundidad de la relación física que ha terminado.

Nunca se concluye definitivamente el duelo de un ser querido.

Una persona en duelo nunca olvida por completo lo perdido, al ausente, si es que lo valoraba mucho en vida, y nunca retira totalmente lo que ha invertido en su representación. No podemos eliminar de nuestra historia a quienes han estado cerca de nosotros, salvo mediante actos psíquicos que menoscaban nuestra propia identidad.

luto

Qué entendemos por un duelo

El duelo es el proceso de adaptación por el que pasa una persona que ha sufrido una pérdida. Elaborar un duelo es algo que lleva tiempo. El duelo, además, genera el tener que llevar a cabo una serie de tareas para poder afrontarlo y, aunque esto puede resultar abrumador, hay que tener esperanza. Se pueden hacer ciertas cosas para enfrentarlo y se supera.

El proceso del duelo no es tan diferente a otros aspectos de la vida. Todos los aspectos del crecimiento y del desarrollo del ser humano están influidos por diversas tareas. En los niños esto se ve muy claro.

Los niños han de desarrollar ciertas tareas evolutivas (físicas, emocionales y sociales). Si no finalizan una tarea de un nivel dado, su adaptación se menoscabará cuando intenten realizar tareas de niveles más avanzados. Pues, con el duelo sucede lo mismo.

El duelo es el proceso por el que una persona que ha perdido algo importante para ella (muerte del ser querido, separación/divorcio de la pareja, objetos de vinculación como una casa, un animal de compañía, un trabajo, partes del cuerpo, la salud, proyectos, relaciones …) se adapta, y se dispone a vivir sin ello.

El duelo es un proceso no un estado.

La situación y las manifestaciones de la persona que lo atraviesa cambian a lo largo del proceso de duelo. Se trata de un proceso donde la persona está activamente implicada, realizando una serie de tareas necesarias para lograr esa adaptación. No se trata de un cuadro donde la persona sufre pasivamente.

El duelo es un proceso por el que quien lo realiza es capaz de reconstruir su mundo (y, por tanto, a sí mismo) sin el objeto perdido. Se trata de dotar de un nuevo sentido a los elementos con los que el sujeto (en una operación que es del orden de la narración) debe construir su realidad. Este proceso integra 5 elementos. Veamos el siguiente cuadro:

5 elementos del duelo

A parte de los 5 elementos del proceso de duelo, el duelo como adaptación a la pérdida se puede ver como un proceso que implica 4 tareas básicas. Es esencial que la persona realice dichas tareas para que pueda adaptarse adecuadamente. Las personas en duelo se adaptan de diversas maneras a la pérdida. Aunque no es necesario abordar estas tareas siguiendo un orden concreto, sus definiciones dan a entender cierto orden.

El duelo es un proceso no un estado, por lo que las tareas del duelo exigen cierto esfuerzo

No todas las pérdidas que sufrimos suponen abordar estas tareas de la misma manera. El duelo es un proceso cognitivo que supone:

√. Afrontar y reestructurar los pensamientos sobre el difunto.

√. Afrontar y reestructurar los pensamientos sobre la experiencia de la pérdida.

√. Afrontar y reestructurar los pensamientos sobre el mundo diferente en el que ahora debe vivir la persona que ha sufrido esa pérdida.

síntomas fisicos duelo

El duelo es también muy físico

Las sensaciones físicas asociadas a las reacciones agudas del duelo se suelen pasar por alto en las consultas de los médicos y de otros profesionales, pero desempeñan un papel importante en el proceso del duelo. Se presentan aquí un listado de sensaciones frecuentes que han comunicado en Consulta las personas que atravesaban un duelo:

  • Vacío en el estómago.
  • Opresión en el pecho.
  • Opresión en la garganta.
  • Hipersensibilidad al ruido.
  • Sensación de despersonalización: “camino por la calle y nada parece real, ni siquiera yo”.
  • Falta de aire o de aliento.
  • Debilidad muscular.
  • Falta de energía.
  • Sequedad de boca.

En muchas ocasiones estas sensaciones preocupan tanto a los supervivientes que acaban yendo al médico por miedo a estar padeciendo alguna grave enfermedad.

Cuáles son las tareas a realizar en un duelo

En este punto vamos a seguir al prestigioso Doctor J. William Worden. Este investigador propone para el tratamiento del duelo 4 tareas a realizar. Veamos el siguiente cuadro para entenderlo más esquemáticamente:

tareas del duelo. MARIBEL PAZ. PSICOLOGA

Tarea I del duelo: Aceptar la realidad de la pérdida.

Siempre hay cierta sensación de que la muerte no es real cuando alguien cercano muere, aunque sea de muerte esperada. La primera tarea del duelo es afrontar plenamente la realidad: la persona ha muerto y no va a volver. Asumir que el reencuentro no es posible, al menos en esta vida.

La conducta de búsqueda se da en esta parte. Las personas llaman en voz alta a la persona perdida y creen verlas por la calle confundiéndolas con otras del entorno.

Muchas personas para protegerse entran en negación de la realidad, niegan el significado o niegan la irreversibilidad de la pérdida.

Lo contrario de aceptar la realidad de la pérdida es no creérsela mediante alguna clase de negación

Veamos algunas de las negaciones que hacemos:

♠ Negación de la realidad: puede ir desde una leve distorsión a un engaño total. Los casos extremos, de negación por delirio, se dan, por ejemplo, cuando la persona guarda el cuerpo del fallecido varios días antes de notificar la muerte. Son raros y se dan normalmente en personas psicóticas, excéntricas y solitarias.

momificación del ausente

La momificación, es cuando se guarda posesiones del fallecido, preparadas para que las utilice cuando regrese. Por ejemplo, prepara cada día la ropa e instrumentos de afeitado. No es tan raro ver estas actitudes a corto plazo, pero sí lo es, si se sigue durante años con esa  clase de negación.

Un ejemplo de negación que no es delirio, sería la persona que ve al fallecido encarnado en uno de sus hijos. Este pensamiento distorsionado puede aliviar la intensidad de la pérdida, pero raramente es satisfactorio y dificulta la aceptación de la realidad.

♠  Negación del significado: Se ve la pérdida como menos importante de lo que es en realidad. Son normales expresiones como:

típicas sentencias duelo

Hay personas que se deshacen enseguida de la ropa y otros objetos que le recuerdan al fallecido. Esto es lo opuesto a la momificación y minimiza la pérdida. Es como si se vieran protegidos por la ausencia de los objetos que les haga afrontar lo doloroso de la realidad. Este fenómeno no es raro en muertes traumáticas.

El olvido selectivo, es cuando se borra de la mente todo lo relacionado con el fallecido, incluido la imagen visual.

♠  Negación de la irreversibilidad de la muerte: las personas pueden decirse en voz alta durante años frases tipo: “no quiero que estés muerta, no quiero que mueras”.

espiritismo ouija en duelo

El espiritismo es una estrategia para negar la irreversibilidad de la muerte y tomar contacto con el fallecido. La esperanza crónica de búsqueda del fallecido y las reuniones con él no es normal ni beneficiosa.

Llegar a aceptar la realidad de la pérdida exige tiempo porque no sólo supone la aceptación intelectual sino también la aceptación emocional

A muchos padres les cuesta meses decir: “mi hijo ha muerto y nunca lo volveré a ver”.

La creencia y la incredulidad se alternan mientras se intenta resolver esta tarea I.

♠  El conocimiento intermedio: Es saber y no saber al mismo tiempo. Este fenómeno se da en algunos enfermos terminales que al tiempo saben y no saben que, se están muriendo. Del mismo modo una persona en duelo puede creer y no creer a la vez.

sueños en duelo

Soñar con la persona ausente, puede ser que no solo satisfaga un deseo, sino que sea el modo por el que la mente valide la realidad de la muerte, mediante el contraste claro que se produce al despertar de ese sueño.

Tarea II del duelo: Elaborar el dolor de la pérdida.

Hablamos de dolor físico literal, pero asimismo, de dolor conductual y emocional. Si el dolor no se reconoce y no se resuelve, se manifestará con síntomas físicos o mediante alguna forma de conducta anormal.

dolor de la pérdida Parkes

No todo el mundo vive el dolor con la misma intensidad ni lo siente de la misma manera, pero es imposible perder a alguien con quien se haya estado muy unido sin sufrir cierto dolor. Las personas que acaban de perder a un ser querido no suelen estar preparados para afrontar la intensidad y la naturaleza de las emociones que surgen tras la pérdida.

Las investigaciones dicen que hay personas, con un determinado estilo de apego, que sufren poco o nada tras una pérdida. Una razón es que no se permiten sentir apego por nadie y manifiestan un estilo de apego de evitación-rechazo

Hay que tener cuidado con los comentarios bien intencionados y tópicos de las personas que te acompañan en el proceso de duelo. Ciertos comentarios refuerzan las defensas de la persona, provocando la negación de la necesidad del duelo. Abandonarse al dolor se estigmatiza como algo morboso, enfermizo y desmoralizador. Son muy frecuentes frases del tipo:

frases típicas al doliente

El mensaje que dejan estas frases, típicas, es: “no debería sentirme así”, “no tengo por qué pasar el duelo”. Lo que se considera apropiado es distraer a la persona doliente de su dolor.

La negación de la tarea II tiene como consecuencia no sentir

evitar tarea 2 duelo. MARIBEL PAZ. PSICÓLOGA.

♠ Cura geográfica: las personas en duelo, viajan de un lugar a otro buscando un poco de alivio a sus emociones en lugar de elaborar el dolor, de sentirlo, sabiendo que un día pasará.

cura geográfica del duelo

♠  Respuesta eufórica ante la muerte: suele estar asociada a un rechazo empático a creer que la muerte se haya producido. Suele ir además, acompañado de una sensación vívida de la presencia continua del fallecido. Estas respuestas eufóricas, en general, son muy efímeras y frágiles.

evitación dolor Bowlby

Uno de los objetivos de facilitar la tarea II, es que la gente no arrastre su dolor toda la vida. Si no se aborda de manera adecuada, en el momento de la pérdida, puede que se necesite una terapia de duelo más adelante, siendo más difícil entonces retroceder y lidiar con todo el dolor que se ha ido evitando; y encima, la persona suele tener menos apoyo social y acompañamiento en este tema, que al principio donde todo el mundo estaba sensibilizado y pendiente.

Una cuestión importante es que tendemos a concebir el dolor del duelo en función de la tristeza y la disforia; efectivamente, mucho dolor es de esta clase, pero también, hay otros sentimientos asociados a la pérdida que se deben elaborar como: la angustia, la ira, la culpa y la soledad, igualmente muy comunes.

Tarea III del duelo: Adaptarse a un mundo sin el fallecido.

Hay 3 áreas de adaptación que se deben abordar tras la pérdida: las adaptaciones externas, las adaptaciones internas y las adaptaciones espirituales.

1.- las adaptaciones externas tras una pérdida: se refiere a cómo influye la pérdida en la actuación cotidiana del doliente. Esto depende de cómo era la relación con el ausente y los distintos roles que éste desempeñaba. Se necesita tiempo para comprender lo que supone vivir con una ausencia tan relevante en la vida.

Hasta los 3 o 4 meses después de la pérdida no suele empezar esta comprensión

En un duelo casi nunca queda claro, sobre todo al principio, qué es lo que se ha perdido (la cantidad de cosas, los diferentes roles que desempeñaba el ausente…).

La estrategia de afrontamiento consiste en:

♣. Redefinir la pérdida de modo que pueda redundar en algún beneficio al superviviente.

♣. Hallar sentido a la pérdida y ver algún beneficio en ella.

Estas son las 2 dimensiones de dotar de significado a una pérdida, algo que está claramente relacionado con la cuestión de encontrar algo positivo en la muerte o en la ausencia.

Dotar de significado a la pérdida es un proceso muy importante que hace que el superviviente deje de albergar dudas sobre sí mismo, sobre los demás y sobre el mundo. Es importante que descubra y cree nuevos significados.

Redefine tu pérdida, hállale un sentido y dótala de un significado que de algún modo pueda beneficiarte

EN DUELO

2- Las adaptaciones internas tras una pérdida: se refiere a cómo influye la pérdida en la imagen que tiene la persona de sí misma. Las personas en duelo no sólo se deben adaptar a la pérdida de los roles que desempeñaba el fallecido, la muerte también le plantea el reto de adaptar su propia identidad personal. O sea, es cómo influye la muerte en:

√. La definición que hacen las personas de sí mismas.

√. El amor propio que queda.

√. La sensación de eficacia personal que se percibe.

Las personas pueden llegar a tener una sensación de pérdida de sí mismas. Uno de los objetivos de la terapia del duelo para ciertas viudas p. ej., es que se vean cómo personas independientes y no como la mitad de otra persona.

Existen muchas relaciones donde el amor propio de una persona depende de la persona a la que está apegada. Dicen algunos autores que eso es una forma de apego seguro. Sobre todo, si el fallecido compensaba algún déficit grave del desarrollo o personalidad del superviviente.

El duelo también puede menoscabar la sensación de eficacia personal. Nos referimos a la medida en que se siente que uno tiene algún control sobre lo que sucede.  El duelo puede suponer una regresión intensa donde la persona se ve a sí misma como alguien impotente, inepto, incapaz, infantil o empobrecido en lo personal.

Los intentos de desempeñar el rol del fallecido pueden fracasar y esto, a su vez, puede reducir mas la autoestima.

Hay que destacar la necesidad de re-aprender el mundo tras una pérdida.

La tarea interna de la persona en un duelo es responder a las preguntas:

¿Quién soy yo ahora?.

¿En qué soy diferente de cuando él/ella vivía?.

Con el tiempo, las imágenes negativas acaban dando paso a otras más positivas y los supervivientes son capaces de continuar con sus tareas y aprender nuevas formas de enfrentarse al mundo.

3- Las adaptaciones espirituales tras una pérdida: se refiere a cómo influye la pérdida en las creencias, valores y supuestos sobre el mundo. La muerte puede sacudir los cimientos de la visión del mundo que tiene la persona. Una pérdida puede poner en entredicho los valores básicos de la vida de una persona y sus creencias filosóficas.  Unas creencias que han sido influidas durante años por familiares y compañeros, por la educación y la religión; y por las vivencias personales. Es frecuente que la persona en duelo sienta que ha perdido el rumbo en la vida. Ha de buscar un significado y su vida cambia para dotar de sentido a esta pérdida y recuperar cierto control.

Cuando un ser querido muere hay mínimo 3 supuestos básicos que se suelen poner en entredicho:

frases en entredicho duelo

No todas las muertes ponen en entredicho nuestras creencias básicas. La muerte de una persona de avanzada edad que ha vivido plenamente, no suele hacerlo. Para algunas personas no hay respuestas claras. Con el tiempo, se pueden adoptar nuevas creencias o reafirmar/modificar las antiguas, para reflejar la fragilidad de la vida y los límites del control.

El hecho de no llevar a cabo la tarea III tiene como consecuencia la incapacidad de adaptarse a la pérdida

Sucede en ocasiones que la persona lucha consigo misma alimentando su propio desamparo:

⇒. Sin desarrollar las capacidades necesarias para afrontar la pérdida.

⇒. Aislándose del mundo sin afrontar las exigencias del entorno.

Afortunadamente, la mayoría de las personas no siguen este curso negativo.

Normalmente, las personas deciden que tienen que asumir roles a los que no están acostumbradas, que deben desarrollar capacidades que nunca han tenido que desarrollar y que deben seguir adelante con una nueva imagen de sí mismas y del mundo.

lucha contra el desamparo

Tarea IV del duelo: Hallar una conexión perdurable con el fallecido al embarcarse en una vida nueva

La tarea psíquica a realizar aquí es que la persona desvincule del fallecido, sus esperanzas y sus recuerdos. Aunque no nos desvinculemos nunca, sí que tenemos que hallar maneras de establecer unos vínculos continuos. Tenemos que hallar un lugar para el difunto o la pérdida, que permita a la persona seguir vinculada, pero de un modo que no le impida seguir con su vida. Hay que encontrar la manera de llevar nuestras pérdidas con nosotros, pero siguiendo con nuestra vida.

Se dice que el duelo finaliza cuando la persona ya no necesita reactivar la representación del fallecido con una intensidad exagerada en el curso de la vida diaria.

La capacidad de la persona para rehacer su vida tras la pérdida y formar relaciones nuevas no depende que renuncie o rompa la relación con el difunto, sino de que le encuentre un lugar apropiado en su vida psicológica, un lugar importante pero que deje espacio para los otros y le permita seguir viviendo en el mundo de una manera eficaz.

Podemos seguir poseyendo lo que hemos perdido. Es decir, sintiendo un amor continuo, por la persona ausente, aunque amor transformado.

Finalmente, hay que resaltar la idea de que:

√  No hemos perdido los años vividos con la persona ausente ni los recuerdos.

  No hemos perdido su influencia o su inspiración.

√  No hemos perdido ni los valores ni los significados encarnados en su vida.

Podemos incorporar esas influencias y valores a nuevas pautas de vida que incluyan las relaciones transformadas, pero duraderas, con las personas que nos han importado y a las que hemos amado. Hemos de seguir viviendo.

La vida se ha detenido tras la pérdida y hay que reanudarla.

Esta tarea IV se ve obstaculizada cuando la persona se aferra tanto al apego pasado, que no puede establecer otras relaciones.

Para muchas personas la tarea IV es la más difícil.

Seguimos con el índice del artículo.

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Bibliografía:

- “El tratamiento del duelo”. Worden, W. (2020).

- “Sobre el duelo y el dolor”. Kübler-Ross E. y Kessler, D. (2020).

- “Trauma, culpa y duelo”. Pérez Sales, P. (2006).

- “ Aprender de la pérdida”. Neimeyer, R.A. (2019).

- DSM-5.

Imágenes: www.freepik.es

 

Maribel Paz

Maribel Paz

Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840

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