No se trata tanto de que haya poca o mucha comunicación sino de que ésta sea una buena comunicación
Seguimos con la parte II del articulo Mala comunicación en pareja. 7 cosas a evitar. Parte I.
La comunicación, de ser algo divino, se convierte en el chivo expiatorio de muchos de los problemas generales y también, de los problemas mas importantes de pareja.
Si respetamos y apreciamos a nuestra pareja, lo mínimo a hacer es esforzarse y comprometernos en comunicar con ella/él de una forma sana y constructiva.
Puede ser y además, es muy frecuente, que no nos hayan enseñado a hacerlo, nadie nace aprendido, y ciertamente hay muy malos profesores, pero nunca es tarde si la dicha es buena. A por ello!!
Recordamos a continuación, los puntos del índice. Proseguimos por el punto 5 de entre las 7 cosas que sería deseable evitar en la comunicación en pareja.
1. Las indirectas y la ambigüedad.
2. Estar a la defensiva.
3. Los mensajes incomprendidos.
4. Los monólogos, las interrupciones y la audición en silencio.
5. La sordera y la ceguera.
6. Las diferencias en la velocidad del habla.
7. La costumbre de preguntar.
5. La sordera y la ceguera.
La sordera y la ceguera se ponen de manifiesto, cuando uno de los cónyuges no registra mentalmente lo que el otro le está comunicando, mediante palabras, gestos y similares. “No sabes lo que quiero o lo que pido”. “No me conoces en absoluto”.
Tanto las sorderas como las cegueras pueden originarse por insensibilidad. Pero con frecuencia suelen provenir de una hipersensibilidad y un sentido defensivo.
Las personas no sintonizan lo que no quieren oír porque el mensaje puede estar dirigido hacia un campo vulnerable de su yo.
Ciertas discusiones aparentemente benévolas suelen significar una amenaza a la autoestima
Con el objeto de que su orgullo no sea dañado y para protegerse contra el rechazo, se establecen defensas que bloquean la visión del verdadero problema.
Hay veces, que un cónyuge/pareja no se percata en absoluto, del impacto que causa su aguda y agresiva personalidad. Tampoco, pueden percatarse de cómo rebaja, rechaza las demandas o ridiculiza a su pareja. Incluso, si en algún momento escuchan, pueden calificar a sus parejas de hipersensibles, neuróticos o incluso, culparles de necesitar ayuda psicológica.
No te puedes desentender del dolor que causas a tu pareja
Si eres sordo y ciego a nivel comunicativo durante mucho tiempo, puede ser que un día tu pareja te diga que te abandona y te quedes abrumado y sorprendido. En este momento tendrás ya menos capacidad y margen de actuación que si te das cuenta de tus deficiencias comunicativas de antemano y a tiempo.
6. Diferencias en la velocidad del habla.
Las diferencias en el estilo de conversación, por ej., la velocidad al hablar, conduce a malos entendidos, al enfado y a la crítica por parte del otro.
Una persona puede pensar que el otro no participa en las conversaciones y en realidad es que la velocidad de sus interlocutores es tan alta que no le dejan de meter baza y antes de darle tiempo a responder, los otros hacen otras preguntas o responden por ti.
La persona más lenta puede creer que la ignoran.
Cada familia o grupo de amigos tiene su propio y distinto código de cortesía coloquial.
Y aunque unos son mejores que otros, cada uno está acostumbrado al suyo.
Unas familia pueden por ej., hablar mucho. Unas veces con conversaciones paralelas y otras, en un monólogo, donde se interrumpan con frecuencia unos a otros.
En cambio, otras familias, pueden considerar grosero hacerlo de ese modo y su código de cortesía exige intercambios discretos, sin que la conversación de una persona se superponga a la de otra.
El resultado de tener diferentes códigos de cortesía, es que la persona malinterprete las intenciones del otro y su forma de comunicación.
El silencio también comunica y por tanto, cada cual lo interpreta a su manera
Se puede interpretar el silencio de uno, como una muestra de disgusto o se puede interpretar como intención de excluir de la conversación, sacando la idea que los otros piensan que uno no puede contribuir en nada.
7. Costumbre de preguntar.
Se podría pensar que preguntar es una manera muy normal de conducir una conversación.
Formulamos preguntas, no sólo para obtener información, sino también, para:
♥ Obtener apoyo.
♥ Informarnos de los deseos del otro.
♥ Negociar.
♥ Tomar decisiones…
No obstante, muchas veces, preguntar puede conducir a malos entendidos y angustia.
La persona interrogada puede considerar e interpretar la pregunta como:
♠ Un desafío a su capacidad, conocimiento, honestidad, intenciones.
♠ Un tanteo de sus defensas para descubrir sus puntos débiles.
♠ Los implacables interrogatorios pueden conducir al otro a colocarse a la defensiva. El otro, se puede sentir acorralado.
♠ Hacer demasiadas preguntas, muchas veces, inadecuadas, puede enviar un mensaje de desconfianza o de falta de simpatía.
Una persona normalmente, acude a las preguntas cuando su interlocutor anda con rodeos
♦ Hay también casos de cónyuges/parejas, que intentan mediante los interrogatorios satisfacer sus propias necesidades emocionales. Necesitan estar absolutamente seguros de sus actos. Esto lo pueden llevar muy mal ciertas personas, cuyo temperamento sea tendente a molestarse por ser presionados y/o controlados.
♦. Las Preguntas Por Qué: empezar las preguntas con un por qué, es especialmente delicado, porque pone al otro a la defensiva de forma más contundente.
Aunque el interlocutor sea inocente, este tipo de preguntas recuerdan a la infancia y a los padres. Además, entrañan más desconfianza y sospecha. Procuremos usar otras maneras de preguntar para evitar el uso excesivo del por qué: ¿Podrías explicarme…, ¿Hay algún problema en …
Las diferencias de estilos entre las personas, en la manera de interrogar, puede remontarse a la época de la infancia, como decimos. Hay diferentes tipos de familias con sus diferentes estilos comunicacionales:
♥ Familias donde los padres suelen pedir explicaciones constantemente: en algunas familias los padres piden explicaciones continuamente, sin que tenga mayor importancia tanto pedirlas como darlas.
♥ Familias más cuidadosas, tranquilas e introvertidas, donde no se está acostumbrado al uso de preguntas ni a continuas contestaciones.
Si procedes de una familia más taciturna, el caso último, tomarás el uso de tanta pregunta como un desafío o invasión de tu privacidad. Tampoco, es bueno no hacer nada de preguntas y ser tan retraído. Si no se hacen preguntas corremos el peligro de actuar en base a corazonadas, intuiciones, que no siempre va a ser adecuadas ni estarán sujetas a la evidencia de los hechos reales. Además, es muy fácil interpretar esta postura de no preguntar nada, como falta de interés por parte del otro.
Lo importante, en cuanto a los estilos de conversación, es que éstos se aprenden y si vemos que nuestro estilo o el del otro, interfiere con una comunicación eficaz y satisfactoria, pueden ser desaprendidos.
Muchas personas creen erróneamente que su estilo de comunicación es el natural, el de todo el mundo, pero descubren con perplejidad, que no les funciona del todo con su pareja. No pasa nada, es bastante común, pueden desaprenderlo y adoptar un estilo más constructivo y eficiente para poder vivir mas feliz tanto con la pareja como con otras relaciones interpersonales significativas.
Dado que la vida es larga y es cambio, en muchas ocasiones en la vida, hay que desaprender lo aprendido. Hay cosas que caen en desuso, que ya no funcionan o que hemos aprendido incorrectamente. No hay que tener problema ninguno en de-construir y volver a construir.
El «quid» de la buena comunicación, está, fundamentalmente, en como expresarnos de manera constructiva, sin que cause en el que escucha una sensación destructiva.
Bibliografía: Con el amor no Basta. Beck, A.
Imágenes: www.freepik.com
Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840