1.- Introducción. 2.- Las 9 sugerencias a NO hacer si tu hijo es TDAH. 3.- ConclusiónINDICE:
«Mi cabeza… es como si tuviera mil pies». Orjales Villar
Introducción
La educación de los hijos hiperactivos plantea en los padres numerosos interrogantes. Es normal, y por ello debes estar informado.
Lo cierto es que los niños con TDAH pueden llegar a ser muy agotadores y estresantes, y cuando el estrés es continuado y se une a un sentimiento de preocupación sobre su futuro, el desgaste puede afectar incluso a las personas emocionalmente más fuertes. Se trata de un proceso de desgaste que se produce por agotamiento físico, más que por una debilidad psicológica personal. Se necesita cierta capacidad de aguante. Piensa que la educación de ciertos niños con TDAH desbordaría a cualquier educador profesional.
En este artículo hemos recogido un listado de pautas y directrices que pretenden ayudar y aliviar a los padres a despejar ciertas dudas e inquietudes que surgen en la educación de los niños que pueden o se han diagnosticado de hiperactivos.
Concretamente, vamos a destacar 9 cosas que los padres pueden hacer erróneamente, con el firme convencimiento de que ayudan a sus hijos y que sin darse cuenta e inconscientemente les están perjudicando.
9 cosas que NO debes hacer si tu hijo es hiperactivo
- - Sobreproteger al niño. No hagas por el niño lo que él puede hacer por sí mismo. Consulta las tareas que un niño puede y es conveniente que haga según su edad. No estamos educando a príncipes porque nosotros no somos reyes.
- - Anular, ignorar o subestimar las limitaciones y déficits que el niño hiperactivo tiene. Hay que tomar acciones para ayudar al niño a su especial condición y adaptación, aceptando sin complejos las diferencias particulares que tengan.
- - Limitar sus relaciones y contactos con otros niños. Hay que ayudarles a su integración social enseñándoles habilidades sociales específicas. Los niños necesitan estar con otros niños, con sus pares, así aprenden a socializar.
- - Disminuir las exigencias y/o responsabilidades domésticas y escolares que se les plantean según sus posibilidades y capacidades. Deben tener tareas y responsabilidades como el resto de los niños. Se les ayuda en lo que necesiten. Ver punto 2.-
- - Adoptar actitudes de tolerancia y justificación de sus problemas de comportamiento. Hay comportamientos que no se deben tolerar ni justificar. No afrontemos mal el problema mediante por ejemplo la negación.
- - Buscar posibles explicaciones para localizar culpables en otras personas o entidades, a saber: prácticas de crianza erróneas, pobre y deficiente atención en el colegio, deficiente atención médica ante los primeros indicios, etc… Sería una pérdida de tiempo porque los factores causales pueden ser múltiples y diversos.
- - Programar actividades escolares “extra” para insistir en logros académicos. No obsesionarse con logros inalcanzables. Intentemos tener unas expectativas realistas sin renunciar a la mejora y a sacar el máximo posible controlando el estrés.
- - Añadir clases de materias, al margen del horario escolar reglado (idiomas, música…), que requieran inhibición y control del comportamiento infantil durante su ejecución. No tener falsas expectativas sobre ciertas actividades añadidas.
- - Vincular la práctica de actividades deportivas o las oportunidades de ocio con amigos, a la consecución de resultados escolares. Deben hacer deporte y tener sus momentos de juego y esparcimiento propios y necesarios según la edad, independientemente de los logros académicos que obtengan , ya que no son debidos a vaguedad o falta de voluntad, sino a los déficits y limitaciones provocadas por la hiperactividad.
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Conclusión
«Esto tengo que controlarlo yo sola; pido ayuda a mi pareja, a mis padres y trato de organizarme y tomarme las cosas con más calma y ya está.»
Si te sientes identificada con la anterior frase y esa es tu reacción ante los posibles problemas de TDAH de tu hijo, De acuerdo, quieres hacer cambios, pero si te sientes de más baja forma de lo habitual, y te cuesta tomar decisiones y establecer prioridades, piensa si necesitas un poco de ayuda profesional psicológica. No se trata tanto de terapia, sino de obligarte a pensar en ti misma una hora a la semana, de hablar con un profesional y de recibir una visión objetiva, imparcial, desde fuera, que te ayude a tomar decisiones precisas y a hacer pequeños cambios con eficacia y eficiencia.
Queremos con estas 9 pautas anotadas anteriormente, tengas una pequeña guía y te sirvan de autoreflexión de cómo actuamos en determinadas situaciones con nuestros menores. Deseamos además, que los niños hiperactivos no se frustren tanto, se les cuide mucho su autoestima y no sean tan vulnerables al feedback de su entorno.
Que la hiperactividad no sea un impedimento para la felicidad tuya y la de tu hijo
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Bibliografía :
-Adaptado de “Hiperactividad Infantil. Guía de Actuación”. Inmaculada Moreno.
-«Claves para afrontar la vida con un hijo con TDAH». Orjales Villar, I.
Imágenes: freepik
Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840