Como siempre decimos, tenemos que conocer muy bien a nuestros hijos. Es nuestra obligación. Esto implica conocerlos a fondo, cómo actúan, cómo piensan y cómo sienten.
Tendrías que conocerlos tan bien que si te plantearan una situación hipotética para tu adolescente, acertaras en cómo tu adolescente actuaría ante esa situación con un bajo margen de error. Esta es una clave importante para prevenir en lugar de curar. Para ello se necesita dedicar mucho tiempo y observarles sin que ellos lo aprecien, observarles y monitorizarles a conciencia.
He oído a muchos padres altamente inteligentes y cualificados, con profesiones de prestigio decir que ellos aunque no tienen mucho tiempo para dedicarle a sus hijos, el poco tiempo que le dedican es de calidad. Pues, a los que dicen esta frase muy popularizada, por cierto, les diré que llevan razón en lo de dedicar un tiempo de calidad, pero si es poco el tiempo dedicado, que recen para que los astros se alineen a su favor, porque hay altas probabilidades de que esa falta de tiempo, te pase factura.
Los adolescentes por sus características evolutivas como:
- La búsqueda de la identidad personal e independencia.
- El alejamiento de los valores familiares.
- El énfasis en la aceptación por el grupo de iguales.
Se convierten en una población fácil para iniciar el consumo de drogas.
La adolescencia es un periodo de la vida que entraña mayor riesgo para el uso o abuso de drogas que otros periodos evolutivos. Este momento evolutivo es una fase de transición de la infancia a la madurez en la que se producen una gran cantidad de cambios corporales, afectivos y cognitivos o mentales, que implican curiosidad y necesidad por obtener experiencias novedosas e intensas, por ampliar las redes sociales, por buscar autonomía y una identidad propia al margen de los convencionalismos.
Los factores de riesgo y protección resultan de especial interés para desarrollar programas de prevención eficaces a los profesionales, basados en la modificación o potenciación de dichos factores. Pero desde aquí también queremos hacer hincapié a que los padres estén conscientes de este tipo de factores que influyen en el adolescente. Puede que resulte difícil de entender, pero hoy día afortunadamente, hay muchos profesionales que te ofrecemos un máster para padres, o libro de instrucciones, dónde te dan las claves para que estés ojo avizor con tu adolescente.
Los factores de riesgo son aquellas circunstancias o características personales o ambientales que, combinadas entre sí, podrían resultar predisponentes o facilitadoras para el inicio o el mantenimiento del uso y abuso de drogas.
Los factores de protección se definen como aquellas variables que contribuyen a modular o limitar el uso de estas sustancias tóxicas o drogas.
Los estudios parecen indicar que los factores de riesgo y los factores de protección no son polos opuestos de un mismo continuo, sino realidades distintas que interactúan entre sí (NIDA, 2003).
La evidencia empírica ha demostrado que las conductas de uso y abuso de drogas no dependen de un factor aislado, sino que están originadas y mantenidas por diversos factores de naturaleza multidimensional. Existen diferentes tipos de factores de riesgo que afectan a los jóvenes adolescentes:
- Factores de riesgo individuales o propios del adolescente concreto.
- Factores de riesgo contextuales o del ambiente donde vive el adolescente.
- Factores de riesgo interpersonales o de las personas cercanas que rodean al adolescente.
Como padre tienes que identificar, de entre estos factores, cual está influyendo más negativamente en la conducta de uso y abuso de drogas en tu adolescente y tomar cartas en el asunto para actuar de inmediato
Los factores de riesgo individuales hacen referencia a:
- Vulnerabilidad biológica. Nacemos con una determinación biológica, única.
- Tendencias o patrones de conductas. Hábitos adquiridos.
- Estados emocionales negativos. Tener altibajos emocionales frecuentes.
- Actitudes favorables hacia el uso de drogas. Tener falsos mitos y creencias sobre que no pasará nada por consumir.
Los factores de riesgo contextuales o ambientales, operan a una escala extensa y alejada de la conducta de consumo. Ejemplos de éstas variables serían:
- Regulaciones legales sobre la venta y el consumo de drogas. Depende del País.
- Los factores culturales, geográficos y económicos. La educación que reciba al respecto en su entorno cercano y el nivel económico en el que se mueva que origina más recursos, oportunidades y alternativas.
- La influencia de los medios de comunicación. Películas, series, cantantes y las conductas de famosos referentes socialmente, pueden influir en los adolescentes que aún no tienen capacidad de crítica.
- Los factores de tipo comunitario. Según las políticas comunitarias del sitio donde se viva, se favorecen más recursos para los adolescentes.
Los factores de riesgo interpersonales, tienen que ver con:
- El ámbito escolar. No todos los equipos directivos de los colegios son iguales.
- El grupo de amigos. No todos los grupos de amigos tienen las mismas aficiones.
- El ámbito familiar. No en todas las familias se educa igual y se tienen las mismas costumbres e ideas en torno a las drogas.
La familia, la escuela y el grupo de amigos son los tres ámbitos que conforman el contexto más cercano al sujeto y que, sin duda, guardan relaciones muy estrechas (interdependencias) entre ellos y con el consumo de drogas. De ahí la importancia de éstos ámbitos para prevención.
Sí eres responsable del consumo de drogas de tu hijo, pero no solamente tú, todos lo somos.
Si actuamos rápida y adecuadamente, está en nuestras manos la solución. Hagamos lo imposible. Merece la pena.
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Bibliografía:
Adaptado de Psicothema, 2004. Vol 16, nº4 pp. 674-679. Universidad Oviedo.

Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840