La Navidad, es época de reencuentros familiares y también de sentimientos de tristeza que florecen en un 80% en las personas que las celebran en familia. La crisis económica agudiza las rivalidades y las envidias que pueden estallar en los encuentros familiares y ser «la mecha que enciende la pólvora» cuando existen roces, desencanto o desigualdades en lo personal y/o en lo laboral entre unos y otros.
Es muy frecuente que en las familias haya siempre un blanco fácil y vulnerable que se convierte en el receptor de todas las graciosas y no tan graciosas críticas y/o burlas. Probablemente durante años hemos estado haciendo lo contrario a lo que debimos hacer y hemos reforzado o alimentado el juego perverso del criticón, con lo que ya se ha convertido en otra tradición navideña más.
El criticado quizá por su carácter, forma de vida o por ser diferente al resto (ni mejor ni peor), se ha convertido en diana fácil.
También el resto de familiares han alimentado al “monstruo”, al reírle las gracietas. Hay que tener claro que son también responsables los que actúan por omisión, al ver sufrir a alguien y no hacer nada o mirar para otro lado.
Qué hacer si eres tú, el blanco fácil de las críticas
del criticón cobarde
Muchas veces nos encontramos líderes perversos en los grupos, cobardes que rápidamente buscan un blanco fácil y molesto para ellos, para lucirse con sus maléficas gracietas y que los demás focalicen su atención en su persona, de ese modo engordan una autoestima de la que andan bien escasos. Lo mejor para librarse de estos tipos oscuros es ser asertivos. Usar todas las reglas de la asertividad que sepas.
Ser asertivos ante las críticas, significa defender tus derechos sin pisar los derechos de los demás. Evitamos tanto la pasividad, no manifestar ni nuestra posición ni opinión, y dejar que los demás nos digan lo que hay que hacer; como la agresividad, intimidar, usar la violencia física, verbal, directa o indirecta para hacer prevalecer tu opinión sobre los demás, sin respeto hacia ellos y sin tener en cuenta sus opiniones.
El objetivo de la asertividad es que la interacción con los demás sea de tal manera que todos ganemos con la relación y todos salgamos contentos aunque no se haya cumplido al 100% nuestros deseos. La idea es mantener la relación de forma armoniosa y una buena convivencia.
La asertividad tampoco es la panacea porque ante determinados perfiles maléficos lo mejor es huir y el contacto cero. Sin más.
4 Técnicas psicológicas de Asertividad
1.Banco de Niebla (Fogging)
La usamos cuando la crítica es falsa o manipulativa, cuando la persona puede llegar a ser agresiva y cuando somos objeto de presiones o “chantajes” emocional.
Aceptamos la crítica y no nos defendemos. No discutimos.
Podemos aceptar que con nuestra postura nos podemos estar equivocando, pero a pesar de ello, tomamos la decisión de mantener nuestra opinión.
Creamos “una espesa niebla” para que el atacante se desconcierte y no sepa como actuar, no se espera esa reacción de su víctima. Al otorgarle el beneficio de la duda, la otra persona no siente que le estemos atacando su criterio. Además, también estamos manteniendo la conversación “cerrada” sin crear una invitación a discutir.
Lo que quería era enfadarnos, que atacáramos y así entrábamos en su juego. Lo que hacemos es romper su juego.
- Reconocemos cualquier verdad contenida en las declaraciones del atacante. Le damos parte de la razón. “En esto no te quito la razón” o usamos sus mismas palabras.
Ejemplo: Marido: “Como puedes dejarme así, con las veces que yo te he acompañado”, Yo: “Es verdad que muchas veces tú me has acompañado”.
- Convenir con la posibilidad. Aceptar que hay una posibilidad de que, a veces, fuera cómo el atacante dice. “es posible”, “puede ser que”…
Ejemplo: marido: “Creo que eres una egoísta”, YO: “ Puede que a veces, me porte como una egoísta”.
- Convenir en principio: Decir que se está de acuerdo y se respeta lo que dice ya que es lícito que el atacante, lo vea de esa manera, es su opinión. “Cada uno tenemos una opinión”.
Ejemplo: Marido: “Deberías de …..” YO: “Lo tendré en cuenta”.
Con esta ambigüedad descargamos la rotundidad o malicia que lleva la crítica. No cambiamos de postura, no cedemos. Y ese es nuestro juego.
No usamos ni la ironía ni el sarcasmo porque esto le daría pie a seguir atacando y a alcanzar su objetivo: dejarnos en evidencia, ridiculizarnos, molestarnos, etc. Jugamos a levantar niebla y a confundir el juego para vencer al oponente.
Somos nosotros quienes debemos juzgar nuestro comportamiento y nadie más debe creerse con el derecho de juzgarnos.
No es necesario que te defiendas de las críticas ya que tú tienes clara tu opinión.
Recuerda que cualquier crítica recibida, no es más que la opinión una persona.
2. Aserción Negativa (Negative Assertion)
Afirmamos con convencimiento porque realmente el atacante lleva razón y la crítica que nos hace es correcta. Podemos decir: “¡Qué increíble error por mi parte!”.
Hacemos ver nuestra voluntad de corregir el error y enmendarnos.
Así, por un lado, el crítico reduce su agresividad y por otro lado, nosotros mantenemos nuestra autoestima alta.
Una vez reconocido el error, no hace falta pedir disculpas ni entrar en justificaciones ni seguir hablando del tema.
Los errores son una oportunidad para mejorar y prevenir esas mismas equivocaciones en el futuro.
Tenemos derecho a cometer errores, a equivocarnos. Somos responsables de nuestros errores pero sin culpa ni castigo.
La culpa es una forma de no aceptar que podemos equivocarnos. Somos humanos y nos equivocamos. No vamos a torturarnos por ello.
3. Interrogación negativa (Negative Enquiry)
Profundizamos en la crítica que nos hacen y pedimos una aclaración. Nuestro objetivo es:
- Obtener información útil, si es una crítica constructiva y mejorar nuestros actos.
- Cerrar el tema, si es una crítica no sincera, evitando que nos manipulen.
La idea es terminar con los marcos morales del bien y del mal que el atacante nos exige.
Abrimos otros canales comunicativos más directos y libres, así expresamos nuestros deseos.
Esta técnica requiere mucha seguridad en uno mismo.
La táctica es hacer la pregunta: “¿Qué hay de malo en…?”, “Según tú, ¿Qué tendría que hacer diferente para hacerlo mejor?”, “¿Qué es exactamente lo que no estoy entendiendo?, según tu parecer”
Al atacante le presionamos para contestar y justificarse, y así quedarían más al descubierto sus intenciones. Dejamos claro así que no aceptamos marcos morales ajenos sobre lo correcto y lo incorrecto, sobre lo que está bien o mal.
Nosotros tenemos nuestros propios principios morales y valores; son por los que nos guiamos. Estamos en nuestro derecho de hacerlo así.
4. Disco rayado (Broken Record)
Evitamos las manipulaciones de los demás para persuadirnos a hacer lo que ellos quieren.
Esta técnica la combinamos con otras, si van dirigidas a familiares o al entorno cercano.
La idea es persistir en nuestro punto de vista, mantener nuestra postura. Lo hacemos con una frase corta y sencilla.
Ante la insistencia manipulativa del atacante, repetimos y repetimos siempre lo mismo. Nunca cambiamos la frase ni justificamos nuestra postura, así mantenemos el tema cerrado a la contra-argumentación del acosador.
El atacante acabará cansándose y buscará otra víctima por aburrimiento. Esta técnica nos ayuda a aprender a insistir en la defensa de nuestros derechos, de nuestra opinión y postura.
No hay ninguna ley que te obligue a responder a las preguntas que te hacen, eres tú quien decide que preguntas responder
Con estas sencillas técnicas psicológicas, aprenderás a poner límites, a desconcertar al atacante y a no sufrir por el acoso de seres con maldad y malas intenciones, creando un clima menos conflictivo y menos tenso, que te favorece a ti sobre todo, ya que estos malintencionados seres se mueven bien en los climas turbulentos y conflictivos.
Ya sabes que nadie tiene derecho a cebarse con críticas de mal gusto o que hieran tu sensibilidad, por muy familiar cercano que sea, pero probablemente su vida es tan aburrida que tienen que centrarse en la tuya o peor probablemente son tan poco empáticos y egocéntricos que no llegan a darse cuenta que la gente tienen sentimientos y que merece un respeto.
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Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840