«Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento». Eleanor Roosevelt.
Continuamos con el artículo sobre la infidelidad y sus mitos. Acabamos con los puntos del índice que quedaron por desarrollar en la primera parte del artículo. Infidelidad y sus mitos. Parte I
Comenzamos con una pequeña introducción de este fenómeno, a veces, muy traumático y según los testimonios, un fenómeno, el de la infidelidad, que es similar a un tsunami.
Indice
Introducción.
Parejas homosexuales e infidelidad.
Mito 1. La infidelidad es cosa de la pareja, de los propios problemas de la pareja.
Mito 2. La culpa es de la víctima por ser la causante de la monotonía, del sexo del que adolece la relación, …etc.
Mito 3. El descubrimiento de la infidelidad puede llevar a un “blanqueamiento” de la pareja reactivándola e incluso mejorándola.
Mito 4. La infidelidad tiene que ver con la monogamia-poligamia.
Mito 5. La infidelidad viene por el deseo de cambio, de variar.
Mito 6. La infidelidad no tiene que ver con la moral ni con la ética.
Mito 7. La infidelidad es una cuestión estrictamente sexual.
Mito 8. Hombres y mujeres tienen la misma concepción de la infidelidad hoy en día.
Mito 9: La infidelidad es un problema de falta de asertividad, por no comunicar nuestros deseos y necesidades.
Mito 10. La infidelidad sucede a las personas promiscuas o personas con complejo de Don Juan.
Mito 11. La infidelidad tiene que ver más con las inclinaciones que con las intenciones.
La infidelidad parece un fenómeno corriente y creciente en nuestra sociedad. Una sociedad cada vez más individualista, más narcisista y sin interés aparente en la educación de valores ni en la ética. Una cultura líquida que va corroyendo todo lo concerniente a los vínculos, siendo éstos sustituidos por redes, en las cuales las relaciones son muy superficiales.
Parejas homosexuales e infidelidad
En parejas homosexuales, la infidelidad está, como ya dijimos, tanto o más presente que en las parejas heterosexuales; pero, el transcurrir de la relación infiel, es igual que en parejas heterosexuales: los mismos conflictos, las mismas demandas, la misma forma estructural, los mismos comienzos, el mismo victimismo por parte de la persona infiel y la misma dinámica por parte de la persona amante. En esencia lo mismo. Los autores deducen de estas evidencias estudiadas, que las relaciones homosexuales no han transcendido el género.
En general, y teniendo en cuenta la diversidad sexual, los estudios evidencian que son infieles en torno al 70% de los hombres frente a un 30% de las mujeres.
Cómo se desprende de las cifras y en general, según los autores, las mujeres y los hombres no aman igual, al menos, actualmente.
El contrato amoroso que no distingue de géneros, se basa fundamentalmente en la fidelidad. Se trata de un contrato de exclusividad afectivo-sexual. Tiene que ver con el cuidado, con el darse, con generar un crecimiento en las personas que amamos. Requiere cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento. Requiere madurez emocional y por tanto, debe haber un aprendizaje.
Según Erich Fromm, amar es un arte que requiere esfuerzo y conocimiento
Lo que define la infidelidad no es tanto, la ruptura de un pacto por parte de la persona infiel, como una forma deliberada de proceder que es unilateral, desigual, en secreto, con mentiras, con ocultación, engañando, desorientando y desinformando a la pareja.
La infidelidad está omnipresente en la esfera social. Las relaciones amorosas están impregandas por este fenómeno. Es una constante en toda la historia de la humanidad.
La infidelidad es diferente según el sexo, ya que hay diferente nivel de tolerancia al respecto.
La infidelidad de la mujer causaría en torno al 50% de los divorcios, mientras que la del hombre en torno al 25%. Es decir, ellos evitan, si pueden, separarse de su pareja oficial, mientras que ellas al implicarse más en la relación nueva, tienden más a acabar con la antigua pareja.
La infidelidad también se percibe de forma distinta según el sexo. Los hombres se preocupan más por el estatus y el poder. Parecen ser más sensibles a que se les cuestione su poder y tras el impacto de la infidelidad se preocupan por su capacidad o valor como amantes. Experimentan también, con más frecuencia sentimientos de ira. Las mujeres son más vulnerables a los sentimientos de incertidumbre sobre la calidad y lealtad de sus relaciones personales. Sienten la infidelidad como una pérdida de su atractivo y de aceptación por parte de su pareja.
El modelo de infidelidad ahonda en una concepción amorosa basada en la dominación, el control, la falta de empatía y las fallas en la comunicación. Ahonda en el narcisismo del estar completo debido al vacío existencial sentido, primando el principio del placer sin importar las consecuencias ni el daño que se pueda causar.
La infidelidad constituye un recurso para resolver carencias afectivas, sexuales o de autoestima, cuando no has podido cumplir el sueño de estar completo, el sueño imposible de la totalidad.
Mito 8. Hombres y mujeres tienen la misma concepción de la infidelidad hoy en día.
Aún existe una diferente concepción de infidelidad entre hombres y mujeres.
Mientras que las mujeres tienden a considerar cualquier intimidad como infidelidad, los hombres son más propensos a negar la infidelidad relacional o íntima hasta que no se haya producido el coito. No obstante, se observa un cambio en los modus operandi de la infidelidad posmoderna.
Una proporción cada vez mayor de infidelidades, comienzan como una amistad y se deslizan gradualmente hacia la infidelidad. Destacando fundamentalmente el secreto de esta nueva intimidad emocional como primer signo de traición. La mayor parte de las personas involucradas en este tipo de infidelidades no reconocen esta amistad como infidelidad hasta que no hay una intimidad física.
la infidelidad puede ser entendida como cualquier violación de la intimidad de la pareja, ya sea física o emocional, que viola la confianza, además, de ser mantenida oculta y guardada en secreto.
La infidelidad rompe la confianza en la pareja, por falta de límites claros y apropiados, en el trabajo y en las amistades.
La persona infiel lo es porque se permite traspasar límites, decidiendo mantener en secreto una amistad o relación amistosa, a quien revela partes de su intimidad cuando no correspondía hacerlo. La persona cuando oculta, en realidad, está levantando un muro entre ella y su pareja. La infidelidad física será solo la punta del iceberg.
La infidelidad empieza cuando la persona se distancia de su pareja en secreto, en el silencio de lo oculto.
El hecho de que las mujeres estén igualando al hombre en materia de infidelidad no es garantía ni mucho menos, de igualdad de género, sino tal vez de “masculinización” del modelo de dominación amoroso. Es una socialización masculina de la mujer, por la cual, la mujer adopta formas masculinas de hacer, que lejos de apuntar a un cambio, cristalizan aún más las formas patriarcales de dominación. Por proceso de masculinización en la cuestión amorosa se entiende, un continuo desde un cierto desapego de lo amoroso hasta la cosificación de la otra persona. Este proceso no vaticina precisamente un cambio de roles o una trascendencia de los mismos. En este sentido también se observa, por otro lado, que los hombres se están igualmente feminizando.
Desde aquí abogamos no por masculinización de unos ni por feminización de otros, sino por un sentido de la moralidad/ética, de la equidad y de la justicia, de todos.
La masculinización de la mujer respecto a la infidelidad añade una contradicción en la psique femenina, ya que ellas al final, tienden más a la estabilidad y normalmente, suelen tener un amante fijo al que procuran ser fieles. Las mujeres, tienden a enamorarse de la persona amante, incluso, si ello implica poner fin a su relación oficial.
Las mujeres tienden a involucrarse más en la relación y por lo tanto, a acabar su matrimonio
Ellos, en general, no son tan capaces de vivir solos, de quedarse solos, son más dependientes instrumentales y por ello, parece que se resisten mas a romper con su pareja oficial. Las mujeres tienden a ser más dependientes emocionales.
Para las mujeres solteras la aventura con un hombre casado es lo principal en sus vidas, ya que suelen enamorarse, para los hombres es una atracción secundaria en su vida, suelen mantener mas distancia emocional.
La mayoría de mujeres solteras esperan y creen que sus parejas infieles masculinas dejarán a sus parejas oficiales, en contraposición con los hombres solteros amantes de mujeres casadas, los cuales, en ciertos casos, tienden a presentar fobia al compromiso, incluso pueden sentirse especialmente atraídos por mujeres que no tienen intención de dejar a sus maridos.
Si bien, no puede concluirse que la mayoría de los romances extramatrimoniales se produzcan entre hombre casado-mujer soltera, sí parece ser la combinación más usual. Resulta mas extraño encontrarse con la combinación hombre soltero-mujer casada. De hecho, hay muy pocos hombres amantes que acepten una relación paralela. Para ellos, es difícil de aceptar una posición secundaria, es decir, ser amantes. Si la aceptan es porque simultanean aventuras con otras mujeres.
La infidelidad femenina tiene más posibilidades de desembocar en divorcio que la masculina, los hombres infieles procuran no enamorarse si llega el caso, les cuesta más poner fin con su matrimonio
Parece que la polaridad fiel-infiel tiene una correspondencia de género, correspondencia que va progresivamente desapareciendo desde el momento en que la infidelidad femenina va en aumento, aunque en proporciones diferentes 30% en mujeres y 70% en hombres. Esta perspectiva nos da a entender que la infidelidad femenina sería diferente de la masculina. Lo mismo que la consideración de las víctimas de infidelidad es diferente según el género, siendo las víctimas masculinas (cornudos) peor considerados y calificados.
La infidelidad femenina ha sido más un tema tabú. Está peor vista que la masculina. La masculina está sobrerrepresentada en ámbitos culturales como el cine y la literatura. La exigencia de fidelidad siempre ha sido para la mujer mucho más rígida que para el hombre.
Mito 9: La infidelidad es un problema de falta de asertividad al comunicar nuestros deseos y necesidades.
Si la afirmación de la persona a través de su infidelidad genera daño a terceras personas no es asertividad, sino agresividad, consciente o inconsciente, encubierta o manifiesta, latente o evidente, voluntaria o involuntaria, premeditada o impulsiva.
Justamente, la evolución y la civilización pasan por la palabra y no por la traición, el engaño y la mentira
Si la fidelidad requiere de la habilidad social de la empatía, entendida ésta como inhibición moral, la persona infiel no parece capaz de inhibirse empáticamente. Le resulta difícil hacer lo moralmente correcto, inhibirse
Mito 10. La infidelidad sucede a las personas promiscuas o personas con complejo de Don Juan.
La infidelidad puede ocurrir en cualquier hogar independientemente de cómo esté la relación
En investigaciones hechas al respecto, hallaron que los hombres infieles en los matrimonios de larga duración, estaban tan satisfechos como los hombres fieles. En cambio, las mujeres infieles de matrimonios de larga duración, sí declararon estar profundamente insatisfechas. Esto es, la infidelidad puede ocurrir aun estando bien la relación, puesto que no ocurre solo en parejas infelices. Por lo que la infidelidad no tiene nada que ver con la relación de pareja.
Es más, personas infieles tras entrevistas declararon estar satisfechas en sus matrimonios. Al parecer, las aventuras obedecen a razones muy ricas y variadas pero la mayoría se refieren al estado interno, el estado del YO de la persona infiel.
Mito 11. La infidelidad tiene que ver más con las inclinaciones que con las intenciones.
La infidelidad tiene que ver con la intención deliberada y no tanto, con las inclinaciones inevitables. Es una cuestión de opciones y de decisiones.
El desamor es fundamentalmente una consecuencia de la infidelidad y no su causa
Como excepción a la regla, hay que mencionar las infidelidades en personas de la triada oscura, es decir, personas con personalidades psicopáticas, narcisistas y maquiavélicas, para las cuales la infidelidad sí representa una inclinación natural.
¿Qué puede haber tras una infidelidad?
Muchas veces oculto debajo de las infidelidades, se encuentran: –la depresión, una profunda sensación de vacío. No pocas infidelidades indican una necesidad compulsiva de excitación que toma la forma de adicción al sexo, al amor, al enamoramiento.
La infidelidad poco o nada parece tener con el amor
Las personas que huyen del vacío, inconscientemente pueden buscar en la infidelidad ese chute de adrenalina y así escapar de este vacío interior o bien de los estresores externos de la vida diaria.
La infidelidad puede enquistar un problema interno como -el aburrimiento -la baja autoestima -la angustia existencial -la depresión -el vacío -la crisis existencial -la falta de sentido. En algunos casos puede ser un escape, en forma de huida hacia delante.
La infidelidad puede ser en muchos casos un antidepresivo que ensalza el hambriento ego, a través de una idealización compensadora de una autoestima necesitada de sentirse especial y más o nuevamente valorada por alguien.
Hay otros factores psicológicos personales que correlacionan con la infidelidad, como la crisis de la mediana edad. Estas crisis, pueden originarse por falta de objetivos que cumplir y conducen a una profunda sensación de vacío que llega muchas veces de la mano del aburrimiento.
Lo cierto es que algunas personas que son infieles o lo han sido, fallan en el intento de ser fieles a sus propios principios y valores conscientemente adoptados, produciéndose una desconexión mental de sí mismo con su acto infiel.
Es como una traición a sus propios valores. Es como ser infiel consigo mismo, con tus valores éticos y morales y con tu equilibrio espiritual. No se reconocen en su acción infiel. Sienten una extraña extranjereidad o alineación. Se ven sorprendidas ante sus acciones y ante lo que son capaces de hacer.
Por otro lado, la víctima también se sorprende y se cuestiona en ocasiones sobre con quien ha estado todos estos años. Así, El profundo sentimiento de extrañeza invade a la pareja.
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Bibliografía:
-“Retratos ocultos de la infidelidad”. Jauregui Balenciaga, M.I. (2018).
-«Celos». Martinez Selva, J.M. (2018).
-Imágenes: www.freepik.com.
Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840