No ser amados es una simple y, a veces, muy dolorosa desventura; la verdadera desgracia es no saber amar.
La relación de pareja tiene una indiscutible relevancia social, ya que de ella surgen situaciones importantes para el individuo y para la sociedad.
Una relación estable y deseada tiene efectos muy positivos en el bienestar personal, así como una relación inestable y deteriorada interfiere enormemente en la dinámica familiar y en la salud mental de quienes la sufren. Está demostrada la interdependencia que hay entre los problemas individuales y los problemas conyugales/de pareja.
Cuando hay un desajuste matrimonial o de pareja, desde la terapia de pareja lo que se trabaja es en la reconstrucción y la rehabilitación de la relación que se ha deteriorado por ciertas y determinadas razones.
El amor de pareja
¿Sabes qué es el amor de pareja?. ¿Sabes amar bien?. ¿Crees que te aman bien?
Son muchas las preguntas que hay sobre el amor de parejas. El amor es una emoción imprescindible en el ámbito de las relaciones de pareja. Sin el amor, la pareja pierde todo su sentido. Hablaríamos de sociedad de gananciales, copropietarios, familia, compañeros… pero no podríamos hablar de pareja.
El amor es una emoción absolutamente imprescindible en el ámbito de las relaciones de pareja. Stenberg (1988) en su estudio del amor en las relaciones de pareja, determinó los tres elementos imprescindibles en el amor de pareja:
1.La intimidad.
2.El deseo o pasión.
3.El compromiso.
Estos elementos nos recuerdan a la tríada archiconocida del YO, SUPERYO Y el ELLO. El Yo (lo racional), el Superyo (lo social) y el Ello (lo emocional). La combinación de la triada de Stenberg (la intimidad, el deseo/pasión y el compromiso) nos aportaría el conocimiento de lo que es una relación de pareja satisfactoria. La combinación de esta triada nos podría ayudar, a determinar si una pareja tiene dificultades para encontrar o no satisfacción en su relación.
La intimidad
Aporta la sensación de sentirse comprendido y comprender, de sentirse apoyado y apoyar, de compartir la vida. Es un componente nuclear que representa el sentimiento dentro de la relación, que promueve el acercamiento, el vínculo y la conexión. Las palabras clave que nos acotan este concepto son:
❤︎ confianza, conocimiento mutuo, vulnerabilidad, poder y cohesión.
Encontramos intimidad cuando existe:
- Deseo de promover el bienestar de la persona amada.
- Sentimientos de felicidad junto a la persona amada.
- Apoyo emocional recíproco.
- Comunicación íntima, entendimiento y conocimiento mutuo.
- Deseos de compartir (tiempo, actividades, amigos, objetos, etc.)
- Respeto, ayuda y valoración.
La intimidad implica la sensación de un «apoyo incondicional». (parecido aunque no es igual, que el que nos brindan nuestros padres). Nos aporta un profundo bienestar en los momentos duros, en las experiencias dolorosas. Saber que el otro va a estar a nuestro lado, representa uno de los pilares mas gratificantes que tiene el ser humano. La intimidad la encontramos en el ámbito de la pareja, y también, la podemos encontrar en las relaciones de amistad muy íntima y en la familia muy cercana.
El deseo
Se muestra en la sensación intensa de disfrutar con el otro, de estar con la persona amada. Las palabras clave que determinan este elemento son:
❤︎ pasión, anhelo, calor, entusiasmo, vivacidad, apego.
Hablamos de deseo cuando encontramos:
- Atracción e interés.
- Búsqueda de placer.
- Satisfacción.
- Sentimiento de pertenencia (no de posesión).
- Deseo sexual.
El deseo sexual va mas allá del intercurso sexual. Es el deseo de estar con la persona más importante de nuestra vida. La sensación de estar con la persona con la que mas a gusto nos encontramos, con la que más confianza tenemos. No es la única persona importante, no es la única con la que estamos bien, pero sí es nuestro número uno.
Deseo no es posesión ni dependencia
Podemos encontrarnos, más que con deseo, con posesión o dependencia, pero esto ya no sería lo saludable. No podemos poseer a los demás porque no son objetos y lo sano es tener nuestra propia independencia a todos los niveles.
El deseo un ingrediente que da vivacidad a la relación de pareja y que fomenta un apego saludable.
Este ingrediente hace que busquemos el contacto físico (abrazos, besos, caricias) y el contacto emocional (expresión de sentimientos, de gustos y disgustos). Es el ingrediente necesario e imprescindible para hablar de amor. Nos aporta la sensación de exclusividad. Determinadas acciones, determinados sentimientos y determinados pensamientos, son sólo para la persona amada. No son exportables al resto de los seres queridos. Es el deseo de querer estar con esa persona mas que con ninguna otra y de una forma tan especial como solo se puede entender en pareja.
A veces, se confunde el deseo, con los primeros encuentros de la pre-pareja y con el estrés que esto ocasiona por la emoción, reto e ilusión y novedad de la situación. Pasados los meses o primeros años, el deseo se va mermando, dicen que se pierde la intensidad y la aceleración física, emocional.
Esto no es del todo cierto en las parejas satisfechas. Lo que desciende es la ambigüedad y la incertidumbre de los primeros encuentros (el nivel de estrés) y, por tanto, el deseo adquiere un cariz más sosegado, mas relajado, pero exactamente igual de intenso y satisfactorio.
Con el tiempo en pareja estamos mas seguros de la relación, pero no menos enamorados del amor con esa persona.
Así, en los primeros encuentros con la pareja puede aparecer inquietud, desasosiego, incertidumbre, y estos sentimientos y emociones encontradas pueden fácilmente confundirse con los mecanismos de activación fisiologica-emocional, sin más; y confundirse la activación e intensidad emocional o con el deseo. Pasados los primeros encuentros no perdemos el nivel de deseo, aunque nuestro deseo se ha satisfecho ya, por tanto, si perdemos nivel de estrés, porque el reto está conseguido. Deseamos a una persona y finalmente la conseguimos. Se mantiene, o puede mantenerse intacto el nivel de satisfacción, agrado y la búsqueda de placer.
El deseo, pues, no muere con el paso del tiempo. El deseo muere por el desencanto, la falta de motivación, por el desconocimiento, por la habituación, por el deterioro pero no por el paso del tiempo. El deseo no es una llama perpetua y como con todo en la vida, hay que ir echando leña para avivar el fuego.
El Compromiso
Se muestra en ocasiones, como el menos querido de los elementos, pero es un error. Cuando entendemos el compromiso como el grado en el cual una persona está dispuesta a acoplarse a alguien y hacerse cargo de esa relación hasta el final, percibimos que es el componente que da estabilidad a la relación.
Las personas no somos clones incluso con quienes nos son más afines y con quienes más sintonizamos. Es necesario hacer esfuerzos en acoplar y ajustarse para rentabilizar las diferencias. Esas diferencias son las que nos hacen únicos y las que nos enriquecen
Está claro que mientras dos personas no sean clones van a existir diferencias, sin embargo, el esfuerzo por acoplarse vale la pena, si pensamos lo extremadamente aburrido que sería vivir con un clon de nosotros mismos.
La palabra acoplar es imprescindible en la relación de pareja. Ser capaces de adaptarse en un proyecto de vida común y en un objetivo común es crucial. Las parejas que no comparten este componente tienden a ser parejas inestables, donde la incertidumbre puede ir sustituyendo a la apreciada seguridad, lealtad y confianza.
La ausencia de compromiso produce malestar y disputas a medio y largo plazo.
Las palabras que mejor definen este elemento del compromiso son:
❤︎ acuerdo, alianza, lealtad, honestidad, seguridad, libertad.
La seguridad y libertad como antídotos del miedo y la tensión. La tensión y miedo casan muy mal con la pareja y con el amor.
Concretamente al hablar de compromiso hablamos de:
- Confianza.
- Responsabilidad asumida.
- Reconocimiento de obligaciones.
- Legítimos intereses personales, de pareja y familiares.
Estamos hablando y es importante subrayarlo, de compromiso, de un interés genuino y sano y no de una obligación. Es el deseo de ambos miembros de la pareja de que la relación tenga perdurabilidad, sea estable en el tiempo. Es el deseo de compartir con la otra persona un proyecto que no se comparte con otr@. De nuevo aparece el sentimiento saludable de exclusividad. No de cadenas ni mordazas ni ataduras…Si se entiende el compromiso como esclavitud, es un factor que deteriora a la pareja, en lugar de enriquecerla.
El Compromiso no esclavitud y además, no tiene nada que ver.
El compromiso igualmente, permite exponerse al mundo, para que éste sepa quién es nuestra persona amada y no quiera impunemente, sin atenerse a las consecuencias morales o éticas arrebatárnosla. De hecho aquellos que intenten retener a su pareja por medio de la no-exposición, por medio de recluir al máximo al ser querido, por miedo a perderlo, probablemente consiguen el efecto contrario.
Como es sabido, un miembro de la pareja puede no salir nunca y enamorarse de otra persona el único día que sale al año y nada más salir si ese es su deseo. En otros casos, un miembro de la pareja puede salir continuamente y seguir exclusivamente enamorado de su pareja, por ser su convicción de vida. Este componente del compromiso, persigue estar unido al otro en el tiempo, por el vínculo del deseo y de la intimidad.
Como conclusión:
El compromiso mantiene la pareja estable, esa estabilidad es deseable y necesaria.
La intimidad consigue que la relación sea atractiva.
El deseo fortalece y refuerza el compromiso y la intimidad.
Hay otras tres cuestiones importantes en la relación de pareja que queremos destacar por ser significativas en la consecución de una pareja estable y satisfactoria:
Las 3 cuestiones clave en la pareja estable
1.La Incondicionalidad.
2.La Exclusividad.
3.La Pertenencia.
La incondicionalidad favorece la intimidad.
La exclusividad se relaciona directamente con el deseo (sobre todo en la cultura occidental).
La pertenencia, la mutua pertenencia, implica la necesidad de compromiso, compromiso de continuidad.
Hay que aclarar que el llamado amor incondicional es universal, genuino y es el que normalmente dan los padres a los hijos, es decir, pase lo que pase, haga lo que haga los papás están siempre ahí y se encargan y acompañan en cualquier tipo de situación. Al revés no, no siempre pasa y en pareja, tampoco sucede siempre. Para lograrlo hay que saber amar muy bien, ya sea porque te lo hayan enseñado, lo hayas experimentado prueba error o hayas tenido buenos modelos.
Cuando falla alguno de los componentes significativos, nos encontramos con distintos tipos de relación. Podemos identificar básicamente 3 formas de relaciones de pareja no plenas y que van a producir disfunciones.
3 tipos de parejas insatisfechas o disfuncionales
- La pareja inestable.
- La pareja superficial.
- La pareja compañera.
La Pareja Inestable
Hay deseo e intimidad pero no hay compromiso.
La pareja tiene dificultad para planificar proyectos comunes y sólo disfruta con el día a día. La película Memorias de África, muestra espléndidamente una relación cargada de intimidad y deseo pero con ausencia de compromiso.
La Pareja Superficial
Hay deseo y compromiso pero no hay intimidad.
Los miembros de la pareja tienen confidentes fuera de la pareja donde encuentran la confianza, el apoyo emocional y la comunicación más personal. Es una relación cargada de secretos. La pareja no se expone al otro, con lo cual no llega a conocer al auténtico otro, no se abre al compañer@. Es una relación con proyectos sólidos de futuro y momentos intensos de bienestar y placer, pero sin profundidad. No hay confianza ni sensación de cohesión plena.
La Pareja Compañera
Hay compromiso e intimidad pero no hay deseo.
Es común en parejas con ciertos años de relación, donde se ha ido produciendo una erosión del atractivo. También encontramos este tipo de pareja en relaciones que vienen de desengaños amorosos. Falta la sensación de vivacidad, de apego, de querer estar con el otro en la búsqueda del placer. Es habitual comentarios del tipo: “es una buena madre/padre”, “me siento muy apoyado por él/ella”, “hemos pasado rachas muy malas y siempre ha estado ahí”. Es habitual encontrar relaciones extramatrimoniales esporádicas.
Por qué las parejas presentan desajustes emocionales
Ciertas parejas realmente, no llegan a tener esa necesaria sensación de plenitud, de bienestar o desafortunadamente lo pierden por el camino tras años de convivencia.
Sintetizando, porque sería muy extenso, hay 3 determinantes básicos que tienen que ver con el desajuste emocional en pareja:
- Las formas de intercambio y control. (equidad/reciprocidad-coerción/coacción).
- La ausencia de habilidades de comunicación y la inadecuada gestión en la resolución de conflictos. (mal estilo comunicativo evitación/retirada-crítico/invalidante).
- Los componentes cognitivos o mentales de cada cual. (ciertos estándares de vida, expectativas, atención selectiva, suposiciones, atribuciones)
Hay otros muchos factores que influyen también en las relaciones infelices:
- Insatisfacción sexual.
- Erosión por desgaste y habituación en la relación.
- Presencia de alternativas más atractivas que la relación actual.
- Diferencias individuales entre los miembros de la pareja.
- —
En terapia de pareja se analizan cuales son los determinantes básicos del desajuste emocional y se trabaja a conciencia, y en equipo, para instaurar lo que no se tenga y restituir lo que no funciona.
Ahora ya sabes cuales son los 3 elementos imprescindibles en una relación amorosa. También, sabes los 3 conceptos clave que hacen a una pareja estar satisfecha. Por último, recuerda además, los 3 tipos de relación de pareja que surgen cuando hay algo que no funciona. Por tanto, ya puedes comprobar qué tipo de relación de pareja tienes y si tu relación tiene los elementos necesarios para que sea una pareja satisfecha y plena. Si no es así, no desesperes, ya cuentas, al menos, con recursos informativos que te permiten mover los elementos y piezas para encauzar tu relación de amor. ¡Empieza a cambiar cosas, ya!.
«El principal factor de una relación de pareja con éxito, no son las diferencias entre la pareja, sino la forma que tienen en hacer frente a estas diferencias» Levinger
Bibliografía: Tratando a la pareja. Capafons, J.I. & Sosa, C.D. (2018).
Imágines: www.freepik.com
Maribel Paz
Psicóloga en Madrid.
Especialista y Experta en Terapia de
Parejas, Infantil y de Familia.
Amplia experiencia en Psicología Clínica.
Avalada y acreditada por el
Ministerio de Sanidad.
Nº de Colegiada: M-24840